Comentábamos en Hispanidad el jueves que es más que evidente que la nueva Administración de Donald Trump ha ‘cerrado el grifo’ al despilfarro al que nos tenía acostumbrados Joe Biden.

Esta semana se está estudiando la eliminación de subvenciones pagadas con fondos estatales a Planned Parenthood, hace unos días se terminaron las ayudas para apoyar a agricultores y consumidores urbanos queer y trans y las alpacas criadas en Perú ya no cuentan con dinero estadounidense.

En este contexto que busca cumplir con la orden ejecutiva de Trump de optimizar la fuerza laboral federal a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental que lidera Elon Musk, el secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr. ha anunciado el siguiente paso.

Se eliminarán 10.000 empleados a tiempo completo de su departamento, se pasará de 28 divisiones a 15 y se reducirá el número de oficinas regionales de 10 a cinco. Una reducción que afecta, sobre todo, a puestos administrativos, dado que por el contrario se aumentará el número de científicos y profesionales sanitarios. En palabras del propio: Kennedy: “Estamos muy concentrados en reducir el exceso de administradores y, al mismo tiempo, aumentar el número de científicos y profesionales de la salud de primera línea para que podamos hacer un mejor trabajo para el pueblo estadounidense”.

Los demócratas no han tardado en criticar las medidas, afirmando que los recortes socavarán la capacidad de la agencia mientras Estados Unidos lucha contra el problema del fentanilo, la gripe aviar y los brotes de sarampión. Problemas que ya estaban presentes con Joe Biden y los cuales no mejoraron con su política de despilfarro.

La senadora Angela Alsobrooks por Maryland, ha llegado a asegurar que los recortes serían “peligrosos y mortales”.

En respuesta, Kennedy ha asegurado que la reestructuración aumentará la eficiencia de la agencia, manteniendo intactos los programas Medicaid y Medicare, a la vez que reorientará sus objetivos hacia la erradicación de enfermedades crónicas y la eliminación de toxinas ambientales.

“No solo estamos reduciendo la expansión burocrática. Estamos reajustando la organización a su misión principal y nuestras nuevas prioridades para revertir la epidemia de enfermedades crónicas. Este Departamento hará más, mucho más, a un menor costo para el contribuyente”.

Kennedy tiene la misión de “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser saludable” como parte de la reforma del gobierno impulsada por Trump.

Además, la Administración Trump anunció recientemente la cancelación de miles de millones de dólares en subvenciones de investigación. El departamento que lidera Kennedy aclaró que gran parte de los fondos se destinaban a la investigación sobre la COVID-19, que ya no es necesaria. Cabe recordar que el político fue muy crítico con las medidas adoptadas durante la pandemia y con los mandatos de vacunación.