Vicente Vallés, considerado como el representante de la TV de derechas en España sufre una verdadera obsesión patológica contra Donald Trump. El jueves noche se vio en figurillas para asegurar que Putin, en realidad, no había respondido positivamente a la petición de Trump de una tregua de 30 días. El caso de Vallés, sin duda el mejor periodista español a la hora de hablar en imágenes, pero que se coloca anteojeras en cuanto oye el apellido Trump, no es un caso aislado.

Ayer, Donald Trump recibía al secretario general de la OTAN, Mark Rutte y el presidente norteamericano, clarividente como pocos estadistas mundiales, respondió a las preguntas delante de su invitado y sin protocolo alguno.

Trump es el único líder mundial que ha optado por la paz en Ucrania, pero no quiere sólo eso: aspira a integrar a Putin en Occidente y quitárselo al Oriente hacia donde ha emigrado, ¿Por qué? ¿Acaso hace lo mismo con el chino Xi Jinping o con el indio Narendra Modi, los verdaderos grandes enemigos de Occidente? No, lo hace con Putin porque sabe que no tiene que batallar con Rusia sino atraer a Rusia hacia Occidente. Putin lo suficientemente listo como para darse cuenta de que ahora, más importante que si Ucrania entra en el OTAN es que quien entre en la OTAN, y vuelva a Europa sea, precisamente, Rusia.  

Obviamente, no es fácil. Putin pretende quedarse con los territorios ucranianos de mayoría de población rusa, pero Trump ya ha conseguido estar a un paso de firmar el alto el fuego. Y algo es algo.

Al mismo tiempo, Pedro Sánchez comparecía ante los medios con ese aire cansino que últimamente muestra ante la canallesca. Dijo estar contento con el alto el fuego conseguido por Trump -sin citarle-, lo que luego ratificaría Margarita Robles mientras le vendía armas a Ucrania. 

A partir de ahí, comenzaron las mentiras, en un mismo discurso una contradicción. Ya en 2014, fue Rajoy, un malvado reaccionario, quien acordó en una cumbre de la OTAN que el presupuesto español de defensa alcanzaría el 2% del PIB. O sea, que la militarista es la derechona, pero, y aquí entra la contradicción, él será quien logre ese 2%. Sí, prenda, pero es que Bruselas ya te está pidiendo el 3%. 

Mientras, el gran solidario con Ucrania, don Pedro Sánchez, se niega a enviar soldados españoles para combatir contra los rusos pero envía armamento para conseguir un paz justa... o una guerra eterna.

Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio... La guerra es muy injusta, pero España es de los que colaborna a azuzarla con el armamento que manda a Kiev. Ojo, armamento, soldados jamás.