Igor Kirillov era el responsable de guerra química y bacteriológica en el ejército ruso. El servicio secreto ucraniano colocó una bomba en un patinete, justo al lado de donde él pasaba todos los días. El resultado del estallido fue la muerte de Kirillov y la de su ayudante. 

No es el primer militar ruso muerto -¿asesinado?- en zona civil alejada del frente de guerra. ¿Hablamos de acción bélica o de asesinato terrorista? Porque lo malo es que si los atentados aumentan la respuesta de Putin será aún más sangrienta.