El próximo 10 de enero será una fecha clave en Venezuela, pues ese día tienen previsto tomar posesión como presidente del país dos personas: el opositor Edmundo González, quien venció en las elecciones del 28 de julio; y el propio dictador Nicolás Maduro, que tras el pucherazo, también pretende hacerlo sirviéndose para ello de toda la fuerza represora del Estado.  

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Edmundo González ha insistido en que él tomará posesión como presidente. Y para que le ayuden, ha dirigido un mensaje a los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana: "Es el momento de reafirmar nuestro compromiso con la patria". "Adelante con honor y valor". 

Tanto la oposición como la dictadura han convocado manifestaciones en la misma fecha, el jueves 9 de enero, un día antes de la toma de posesión. Así lo hacía la opositora María Corina Machado, que permanece escondida en Venezuela para que no la detenga la tiranía bolivariana:

Pero, como decimos, la dictadura chavista está desplegando todo su aparato represor. Y, bajo acusaciones de participar en supuestos «planes terroristas», se ha dedicado a detener ciudadanos de diferentes nacionalidades, 125 en total, entre colombianos, peruanos, estadounidenses, españoles, uruguayos, israelíes, ucranianos, yemeníes, argentinos, holandeses, italianos, checos..., a lo que va a emplear como rehenes, como una especie de chantaje internacional con el fin del reconocimiento de Maduro:

En lo que respecta a la asistencia a la ceremonia de toma de posesión del dictador chavista, Brasil ha anunciado que enviará a su embajadora en Caracas. También Colombia y México, países regidos por la ultraizquierda, enviarán representantes

Sin embargo, los embajadores de los 27 países de la UE no asistirán a la toma de posesión de Maduro, ya que mantienen su postura de no reconocer la victoria del dictador en las elecciones presidenciales del 28 de julio. 

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