Los actuales gobiernos izquierdistas de Colombia (Gustavo Petro), Brasil (Lula a Silva) y México (López Obrador)  -tradicionales aliados del dictador Nicolás Maduro-  insisten en que en Venezuela hay que realizar una "divulgación transparente de los resultados electorales” del pasado 28 de julio. Y en un comunicado conjunto, los tres países han instado  al chavismo a permitir una “verificación imparcial respetando el principio fundamental de la soberanía popular”.

Lo que ocurre es que la oposición venezolana ya ha dado las pruebas de su victoria. Las ha difundido en esta página web.

Y así lo ha destacado el candidato opositor Edmundo González Urrutia:

De hecho, es lo que opina EEUU que, por boca de su secretario de Estado, Antony Blinken, se lo ha explicado al máximo responsable de la ONU, António Guterres: hay "pruebas abrumadoras" de la victoria de la oposición

Es más: la directora del Centro Carter ha confirmado que el régimen de Maduro "SÍ TIENE" en su posesión las actas electorales, pero que sencillamente no les ha dado la gana de publicarlas porque saben que perdieron: "Estamos muy preocupados".

Es decir, que no hace falta seguir reclamando, como han hecho muchos países, transparencia para publicar los resultados electorales porque la oposición ya lo ha hecho y ya ha demostrado su victoria. 

¿Qué más pruebas hacen falta?

Porque mientras, la dictadura chavista sigue secuestrando opositores, como Williams Dávila y Américo De Grazia:

E incluso torturando y deteniendo a menores de edad: como a Camila Leal, de 15 años, que fue arrestada por ser hija de un motorista que llevó a María Corina Machado en la campaña. 

¿A qué espera la comunidad internacional para intervenir de alguna forma y echar a Maduro del poder?