En Hispanidad les hemos contado cómo los jueces Manuel García-Castellón y Joaquín Aguirre han puesto en jaque los acuerdos entre PSOE y Junts. 

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Decíamos que Junts sólo tenía dos posibilidades, la primera, que pasaba porque el PSOE aceptara sus enmendias y blindara la Ley, no se ha dado, puesto que todas las enmiendas han sido rechazadas. 

En este escenario, a los independentistas sólo les quedaba aprobar la norma tal y como estaba o votar en contra para que la Ley volviera a la Comisión de Justicia. Ahí los de Junts podrían volver a presionar a Sánchez para incluir más supuestos en los que amnistiar al expresidente catalán. 

Y los de Junts han optado por la segunda opción, voto en contra, paso atrás y volver a presionar. Para que la Ley tenga luz verde, previsiblemente el PSOE y Sánchez tendrán que volver a cruzar una de sus líneas rojas. Para los socialistas, la última línea que pusieron era la distinción de terrorismo, es decir, sólo se podría amnistiar los delitos de terrorismo que no fueran contra los derechos humanos. 

Pero el magistrado García-Castellón estima que Puigdemont, los CDR y Tsunami Democràtic cometieron actos "incompatibles con el derecho a la vida e integridad física reconocidos en el artículo 15 de la Constitución española, y el artículo 2 del Convenio Europeo de Derechos Humanos", actos que por tanto no podrían incluirse en la Ley de Amnistía. 

Por lo que Junts exige que se incluyan todos los delitos por terrorismo, y previsiblemente el PSOE cederá, aunque sea su última línea roja.