La derecha moderada, o sea, tibia, ha triunfado en Andalucía
Entrevista del candidato del Partido Popular a la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, en La Razón, "Nosotros ofrecemos un equipo solvente, ideas claras, serenidad y moderación". ¿Algo más?
Parece que no: "Hace falta gestión, serenidad y, sobre todo, saber gobernar no sólo para todos los que piensan como tú, sino también para los que no lo hacen".
Al ser preguntado si a él tampoco le molesta, como a Ayuso, que le tachen de "político de derechas", Moreno se aleja: "No soy muy de etiquetar porque las etiquetas siempre llevan una carga de prejuicio y son muy limitantes. En términos económicos me siento liberal, reformista, y, además, un liberal con profunda conciencia social". Encima de progre, cursi...
Y cómo no, es preguntado por las declaraciones del vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, asegura "que son muy desafortunadas. que no hay ningún contexto que pueda justificarlas y que deberían, además, haber pedido disculpas inmediatamente". Con esto Juanma abraza la manipulación de la izquierda, y demuestra que no ha visto la sesión del Pleno en las Cortes de Castilla y León, como estamos seguros de que Juanma no es que no haya querido verlo, sino que es un hombre ocupado y no ha tenido tiempo, le dejamos un artículo en el que puede ver trascrita la conversación entre García-Gallardo y Noelia Frutos. No tenemos dudas de que, una vez lo lea, Moreno Bonilla pedirá disculpas al vicepresidente de Castilla y León, por aquello de la serenidad de la que hace gala.
Moreno apoyó a Soraya en las primarias de 2018, pero como es un hombre de partido, tampoco tuvo reparos en convertirse en un ferviente casadista cuando Pablo Casado se alzó victorioso como líder del partido en 2018
El resto de la entrevista es más de lo mismo, a Juanma le ocurre lo mismo que le ocurrió a Aznar, Rajoy, Casado y Feijóo... Cuando el PP se vuelve progresista gana en las encuestas y pierde en las urnas, hasta que el PSOE despilfarra y arruina la economía y el personal vuelve a llamar a los gestores del PP para arreglar el desaguisado. Es la regla de oro de la acomplejada derecha española, y Moreno Bonilla se empeña en ser un CEO, como Feijóo, derecha pagana, alejada de sus raíces cristianas, con ideología de género incluida.
Aunque también dedica alguna que otra palabra a Pablo Casado, pero sin pasarse, y es que Juanma lleva toda su vida gravitando en torno a la política, desde su más tierna juventud. Juanma es un hombre paciente y un auténtico corcho que siempre flota. Primero fue hombre de Soraya Sáenz de Santamaría, quien fue su principal valedora cuando en 2014, siendo Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, le colocó como presidente del PP andaluz. Moreno apoyó a Soraya en las primarias de 2018, pero como es un hombre de partido, tampoco tuvo reparos en convertirse en un ferviente casadista cuando Pablo Casado se alzó victorioso como líder del partido en 2018. No obstante, como Juanma es, ante todo, un hombre que prima la estabilidad, tampoco tuvo problema en abandonar a Casado tras su caída y aplaudir con los brazos abiertos a Feijóo cuando tomó posesion del PP tras el harakiri de Pablo y Teo. Ahora, en esta última entrevista, dice que Casado supo "echarse a un lado", pero sin mucha más defensa, que él es un hombre moderado.
Moreno Bonilla se muestra leal al flamante líder gallego, hasta que deje de ser presidente del partido: ya se sabe a rey muerto, rey puesto.