Sánchez y Albares, con Mohamed VI, en Marruecos, y la bandera de España al revés
Marruecos sigue burlándose de España, o lo que es lo mismo, el pitorreo de Mohamed VI no conoce límites, o dicho en otras palabras, Sánchez es un bufón y el rey marroquí se ríe de él. Empecemos por el principio, Marruecos quiere hacerse con Ceuta y Melilla, con ofensivas cada vez más agresivas donde usa a su población como carne de cañón. España mira hacia otro lado, olvidando a Ceuta y a Melilla y a los 700.000 marroquíes que viven en el país y que continúan sintiéndose, en su mayoría, fieles siervos de un déspota llamado Mohamed VI. Hace más de un año, Marruecos deja las puertas abiertas y cruzan 8.000 marroquíes a Ceuta, una ciudad con 84.829 habitantes. ¿Respuestas? Eduardo de Castro, que gobierna en Melilla gracias al apoyo de socialistas y de Coalición por Melilla, el partido pro-marroquí e islamista liderado por Mustafá Aberchán, calla. Y el único que toma medidas es el Presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, el pepero Juan Jesús Vivas: nombra persona non grata a Santiago Abascal, ¡ole ahí!
Frontera cerrada, por el Covid o por el cruce, no se aclara. Sánchez cambia de postura y entregra el Sahara a Marruecos, Moncloa niega el cambio de postura que termina reconociendo y mantiene que el cambio refuerza los lazos con nuestro "gran vecino y amigo del sur". Nuestro presidente se planta en Rabat para tener una cena con Mohamed VI, lo considera un honor, y nos despertamos con una foto de Sánchez con la comitiva, y la bandera de España puesta del revés... y el presidente en la foto sonriendo. Salta el escándalo Pegasus, corren los rumores, y cada vez con más fuerza, sobre si Mohamed VI está detrás de las escuchas.
Llega la OTAN a España y Estados Unidos obvia a Sánchez completamente y convoca a Marruecos. Entre tanto, España se convierte en escaparate publicitario de Marruecos con la campaña ‘Marruecos. Reino de la luz', Callao se convierte "en el escaparate español de la propuesta turística de Marruecos en tres dimensiones". Y hace unos meses, en el aniversario del citado cruce masivo a Ceuta, ese mismo día 17 de mayo, Marruecos y nuestro Gobierno, reforzando relaciones, deciden reabrir las fronteras, para cachondeo del Ejecutivo: la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, dice que se han enviado 220 nuevos agentes a Ceuta y Melilla, para favorecer que la reapertura de la frontera se lleve acabo sin incidencias. Todo esto nos cuesta nuestra relación con Argelia: recordemos que Argelia es nuestro principal proveedor de gas y esto ocurre en plena crisis energética. El país suspende de "inmediato" el Tratado de Amistad con España por su "injustificable" posición sobre el Sáhara Occidental y las Islas Baleares registraban su mayor cifra de pateras en lo que va de año, cargadas de ciudadanos de nacionalidad argelina.
Mohamed parece que se va a celebrar sus éxitos a París y lo pillan un poco 'mareado' por las calles de la capital de Francia. Parecía que la guerra silenciosa estaba ganada y que Mohamed ya se sentía dueño de Ceuta y Melilla, por lo que empieza su ofensiva contra Canarias, enviando día tras día pateras. No contento, Rabat dice hace una semana en la ONU que no tiene fronteras terrestres con España y que Melilla (60% de población musulmana) es un "presidio ocupado". Sánchez se enfada, pero poquito, que no quiere molestar a Mohamed, y Marruecos rectifica a su manera. Eso sí, casualmente, 5.000 sudaneses 'consiguen' llegar a la valla de Melilla tras recorrer más de 4.000 km sin ser detenidos por la policía marroquí, 5.000 tíos que esperan en la valla para saltar.
Ojito que Sánchez, que es un gran estratega, lo soluciona: el Consejo de Ministros aprueba la concesión de una ayuda a Marruecos de 30 millones de euros para luchar contra las 'mafias' de la inmigración. De verdad, Pedro, es que no tienes comparación, esta es la cuarta ayuda de este tipo que recibe Rabat desde que Sánchez está en la Moncloa.
Y el pitorreo de Mohamed no queda aquí, según ha informado la agencia marroquí de noticias MAP, la Reunión de Alto Nivel Marruecos-España, que estaba prevista para noviembre, ha sido pospuesta por el Gobierno de Rabat y tendrá lugar a principios del próximo año, vamos, que será cuando ellos quieran, porque ahora total, para qué una reunión, si solo hay 5.000 personas agolpadas en una valla en Marruecos buscando entrar en territorio español.