Sánchez, entre Mohamed y Puigdemont
Contábamos en Hispanidad que el 'pitorreo' de Marruecos continuaba: Sánchez le regalaba a Mohamed VI 30 millones de euros para luchar contra la inmigración y ellos aplazaban la Reunión de Alto Nivel Marruecos-España prevista para noviembre hasta el año que viene. Mientras tanto, los 5.000 sudaneses que 'consiguieron' llegar a la valla de Melilla tras recorrer más de 4.000 km sin ser detenidos por la policía marroquí siguen preparándose para saltar a España. Esto despertaba la indignación entre la Policía y la Guardia Civil de Ceuta y Melilla por la subvención: "seguirán utilizando los asaltos a la valla y las pateras como guerra híbrida y arma de presión política contra España".
Todo esto sucedía días después de que Rabat dijera en la ONU que no tiene fronteras terrestres con España y que Melilla (60% de población musulmana) es un "presidio ocupado".
Ahora, según informa Okdiario, el Gobierno de Pedro Sánchez trató cuando se celebró la OTAN en Madrid que las flotas de la Alianza que transitan por el Estrecho utilizasen los puertos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla para realizar escalas técnicas y aprovisionamientos durante sus misiones. Algo que desde Estados Unidos han bloqueado por su relación con Marruecos. Y es que desde Hispanidad lo hemos dicho, hay que enseñarle los dientes a Rabat... y a Washington. Sí, recuerden que Joe Biden, un antihispano rabioso, empezó despreciando hasta la grosería a Sánchez y luego le admitió como amigo de Estados Unidos -tampoco mucho- a condición de ampliar las presencia militar norteamericana en las bases de Morón y Rota... y obligarle a que se arrodillarla de forma genuflexa ante el venenoso Mohamed VI. Naturalmente, alguien tan cobarde como Pedro Sánchez pasó por el aro con presteza y obedeció las ordenes de la Casa Blanca. Se aproxima la hora de cerrar las bases militares norteamericanas en el sur de España.
Porque el 'pittorreo' suma y sigue: El Faro de Melilla recoge informaciones de El Español y de News ESEuro, que aseguran que en la zona fronteriza entre Melilla y Marruecos pactada como 'tierra de nadie', Marruecos se ha dedicado a construir y a hacerla suya. Este área está a menos de 500 metros de la ciudad autónoma, y afirman que "la zona neutral está totalmente ocupada por construcciones marroquíes", por lo que Rabat se encuentra "ejerciendo la plena soberanía y jurisdicción". Además de confirmar la existencia de obras de urbanización marroquíes con pavimentación y paisajismo de las calles, se han llegado a construir rotondas y un colegio.
Pero ya saben, Sánchez solo sabe estar a los pies de Mohamed.