La Fundación considera que para el Gobierno español “las familias refugiadas constituyen un coste social que no desea asumir"
Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes 26 de abril, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, inaugura la sesión anunciando que Pedro Sánchez, como el gran líder que es, volverá a subirse al Falcon para ir a Polonia y Moldavia. Y sin temblarle la voz afirma que "va para mostrar a Polonia y Moldavia la solidaridad española".
Han leido bien, Sánchez, que acoge a 134.000 refugiados, va a ir a Polonia, que acoge a 2,9 millones de ucranianos, a dar lecciones de solidaridad, porque como afirma la ministra portavoz: "El Gobierno actuó con rapidez en su respuesta a la guerra". Señora ministra, quizás se le ha olvidado, pero no pasa nada porque se lo podemos recordar. Cuando la guerra estalló su Gobierno, en un mes, cambio hasta tres veces de opinión.
Comenzó asegurando que España jamás enviaría armamento y que la ayuda sería en forma de material humanitario. Esto cambió cuando otras naciones del entorno europeo, como Francia y Reino Unido, adoptaron la decisión de enviar armas a Ucrania, Pedro Sánchez no quería ser menos que sus socios comunitarios, y elevó el tono y aceptó el envío de armas de manera coordinada a través del Fondo Europeo para la Paz. En palabras de la propia ministra portavoz: "España va a a enviar armas directamente a Ucrania. Lo haremos dentro del fondo europeo de apoyo a la paz, y lo haremos de forma muy significativa".
Estas declaraciones estuvieron vigentes menos de 24 horas, porque al día siguiente el presidente daba un nuevo bandazo, asegurando que España enviaría "material militar ofensivo a la resistencia de Ucrania".
Pero no acaba aquí el ridículo del Gobierno, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, acompañaba a la ministra portavoz en la rueda de prensa, y aseguraba que: "El mayor gesto de solidaridad es que Sánchez fue a Ucrania". ¡Toma ya! Donde se ponga Pedro Sánchez que se quiten el armamento, el material humanitario o los cazas.
Y la caradura continúa, Bolaños hace gala una vez más de la solidaridad: "Han llegado a España 137.000 ucranianos, de los cuales 70.000 han pedido protección y el Gobierno la está tramitando con agilidad". Señor Bolaños, esos 137.000 ucranianos, ¿son refugiados o legalizados?