En concreto, la antigua filial de Abengoa ganó 37 millones de euros durante 2018, frente a las pérdidas de 98 millones de un año antes.
En plata, no todo era malo en la empresa sevillana, pero a perro flaco, todo son pulgas. Lo curioso es que la matriz, desprovista de su filial, tiene aún mucho camino por delante para llegar al saneamiento y a los números negros.