El dolor lumbar, o lumbalgia, es una de las causas más comunes de consulta médica tanto en atención primaria como en servicios especializados. Se calcula que ocho de cada diez personas lo sufrirán a lo largo de su vida, y no son pocos los casos en que esta dolencia se convierte en un problema recurrente o crónico.
Como explica el Dr. Agustín Mendiola, jefe de la Unidad del Dolor del centro médico-quirúrgico Olympia, del Grupo Quirónsalud: “Aunque en muchas ocasiones el episodio es leve y desaparece en unos días, cuando el tratamiento no es el adecuado o se retrasa, el dolor puede persistir y tener un impacto profundo en la calidad de vida del paciente”.
Origen degenerativo
Levantarse, caminar, conducir o incluso dormir pueden convertirse en tareas dolorosas. En los casos más severos, la lumbalgia puede limitar la movilidad, impedir la vida laboral e incluso afectar al estado de ánimo. De hecho, está reconocida como una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo.
Se calcula que ocho de cada diez personas lo sufrirán a lo largo de su vida, y no son pocos los casos en que esta dolencia se convierte en un problema recurrente o crónico
La buena noticia es que los avances en el tratamiento del dolor han permitido desarrollar soluciones eficaces, mínimamente invasivas y adaptadas a las características de cada paciente, con un objetivo claro: evitar que el dolor agudo se cronifique.
En la mayoría de los casos, la lumbalgia tiene un origen degenerativo relacionado con el desgaste de las estructuras vertebrales o discales. También puede deberse a contracturas musculares, hernias discales o problemas articulares. Sea cual sea la causa, el diagnóstico precoz y el abordaje temprano son claves.

“La aplicación temprana de estos tratamientos es clave para evitar que el dolor lumbar se vuelva crónico”, explica el Dr. Mendiola, en cuya Unidad se emplean técnicas de última generación como la neuromodulación, la radiofrecuencia o la infiltración de fármacos en puntos estratégicos de la columna. Estos procedimientos, guiados por imagen y realizados con agujas especiales, permiten actuar directamente sobre las estructuras nerviosas responsables del dolor. La gran ventaja de estas técnicas es que no requieren hospitalización, no implican grandes tiempos de recuperación y son bien toleradas por la mayoría de los pacientes.
La aplicación temprana de tratamientos como neuromodulación, la radiofrecuencia o la infiltración de fármacos en puntos estratégicos de la columna, es clave
Enfoque multidisciplinar
Además del tratamiento intervencionista, los especialistas subrayan la importancia de un enfoque multidisciplinar. El abordaje del dolor incluye la rehabilitación funcional mediante fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento, corrección postural y, en algunos casos, apoyo psicológico.
Este enfoque integral permite reducir el uso prolongado de analgésicos y antiinflamatorios, que si bien pueden ser útiles en una fase aguda, no están exentos de efectos secundarios si se toman durante largos periodos. A su vez, fomenta la autonomía del paciente y disminuye el riesgo de recaídas.
El abordaje del dolor incluye la rehabilitación funcional mediante fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento, corrección postural y, en algunos casos, apoyo psicológico
Los datos son claros: según la Sociedad Española del Dolor, entre un 10 y un 20% de los pacientes con lumbalgia aguda desarrollan dolor crónico si no reciben un tratamiento adecuado a tiempo. Cuando esto ocurre, el impacto no es solo físico: aumenta el absentismo laboral, se deteriora la salud mental y se incrementan los costes tanto para el paciente como para el sistema sanitario.
Frente a este panorama, la detección precoz y el tratamiento personalizado se consolidan como las mejores herramientas para frenar a tiempo una de las dolencias más frecuentes —y más ignoradas— de nuestro tiempo. La medicina del dolor ofrece hoy opciones eficaces que no solo alivian el síntoma, sino que devuelven al paciente la posibilidad de vivir sin miedo al movimiento ni a la recaída. Actuar pronto no es solo recomendable: es determinante.
Contenido patrocinado por: Quironsalud