Por lo demás, la FIV se ha convertido en una gran matanza que, encima, tiene le cuajo de disfrazarse con una publicidad cursi y repugnante, en la que se habla de 'dar vida'
Fundado por Antonio Pellicer, José Remohí y Fernando Bonilla, el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), íntegramente dedicado a la fecundación humana asistida, va a venderse por 2.500 millones de euros. Esa es la cifra que espera el intermediario que ofrezcan los postores que han pasado a la fase final: KKR, Cinven y Carlyle. La venta de IVI se ha convertido en una de las grandes operaciones financieras del año en España, durante 2021. KKR y Cinven, ahora competidores en IVI son socios en MásMóvil: vienen de dar un pelotazo con la absorción de la teleco por Orange.
El proceso de venta del IVI por parte de sus fundadores, ya se encuentra en su fase final y se dilucidará en días, esto es, coincidiendo con el Día del Niño por nacer (Festividad de la Anunciación, 25 de marzo). En ocasiones, el calendario resulta puñetero.
Se trata de la máquina de fecundación in vitro más importante del mundo y los grandes fondos, entre ellos Cinven y KKR, se pelean por poseerla
La FIV es un negocio con mucho margen, mucho más que el de un banco, una empresa energética o una teleco. Por ejemplo, en 2021 el IVI facturó más de 400 millones de euros con un ebitda que superó los 100 millones. Ese margen sólo se encuentra en las loterías. Un verdadero chollo que le ha permitido al IVI expandirse por varios continentes, especialmente por Hispanoamérica, Europa y Asia... y ahora dar el pelotazo por 2.500 millones de euros.
Lo curioso de la fecundación asistida, también llamada artificial y mercantilizada como FIV (fecundación in vitro) es que en todos sus anuncios de promoción se presenta como una actividad para dar vida cuando lo que produce es muerte, por la doble vía de los abortos selectivos o de la eliminación de embriones humanos, en el caso de diagnóstico pre-implantatorio.
Es decir, se vende que la FIV da vida cuando lo que provoca es la eliminación de miles de embriones humanos. Por cada niño que se consigue gestar muchos otros se quedan por el camino.
Con un añadido grave: el aborto, a pesar de su generalización en el mundo, todavía es visto como lo que es: un ensañamiento con el más inocente e indefenso de los seres humanos, el concebido y no nacido.
La FIV no. Es más se contempla como una dador de vida cuando lo cierto es que mata por dos vías: abortos selectivos y eliminación de embriones sobrantes por selección pre-implantatoria.
Las clínicas de fertilidad insisten que la fecundación asistida es vida cuando es muerte, bien sea por aborto selectivo o bien por eliminación de embriones humanos
La primera: se introduce el embrión -de su padre adoptivo o de cualquier otro varón que ejerza el papel de semental- en la mujer pero, si esta no quiere gastar todos los embriones no malogrados, se procede a abortos selectivos. Además, los embriones no implantados se congelan -sí, seres humanos congelados- para "investigación científica"... que no ha dado resultado alguno desde que se consolidaron las líneas de células madre adultas, las que no provocan la muerte de ningún embrión.
En el caso de Instituto Valenciano de Infertilidad no hay abortos selectivos por cuanto utiliza la técnica preimplantatoria de selección de embriones humanos. Ahora bien, lo mismo me da que me da lo mismo: según la definición jurídica y de la OMS, aborto es lo que se produce en el seno materno tras la concepción. Como la especialidad del IVI es el diagnóstico pre-implantatorio no se puede hablar de abortos pero sí de eliminación de embriones (o pre-embriones, si lo prefieren, aunque esto no significa nada científicamente). Aborto o eliminación de embriones humanos: lo mismo me da que me da lo mismo.
La FIV no es vida, es muerte, y España se ha convertido en el país europeo de la FIV... y de los pelotazos FIV. El IVI valenciano es un buen ejemplo.
Por cierto, la fecundación in vitro es mucho mejor negocio que el aborto quirúrgico y su margen supera con mucho al del aborto químico.