Por cierto, el toro es cultura
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, un verdadero obseso contra la Fiesta Nacional, ha suprimido el premio Nacional de Tauromaquia. Es un tipo sensible que, constantemente, promociona y anima ese matadero de seres humanos pequeñitos llamado aborto... pero que no puede sufrir que maten a una fiera de 600 kilos con dos cuernos como dos puñales, llamado toro de lidia, que ha llevado una vida de lujo, que, además, luego te lo comes y sabe buenísimo.
Como la necedad crece, también lo hacen el ecologismo y una de sus derivadas más estúpidas: el animalismo.
Lo que más me sorprende es que muchos católicos consideran que tanto ecologismo como animalismo son dos realidades que deben apoyar. Hombre, sin pasarse con la estupideces habituales pero... dos realidades positivas.
Pue la verdad es que no. El hombre no está al servicio del planeta, sino al revés. Las pruebas, leemos en Génesis 1, 26-28: "Dijo Dios: 'hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, que domine los peces del mar, las aves del cielo, los ganados y los reptiles de la tierra'. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creo. Dios los bendijo y les dijo Dios: 'sed fecundos y multiplicaos, mirar la tierra y sometedla, dominar los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra'".
Claro que hay que cuidar el planeta porque, si lo estropeamos, nuestros hijos podrán explotarlo menos en su favor. Pero exclusivamente por eso: por el hombre, no por el planeta.
Con lo de "animalista tontuno" ni por un segundo pretendía referirse a don Ernest Urtasun, ministro de Cultura del Gobierno de España.