El 25 de enero de 2023, Ann Marie, de 17 años, y su novio Danny, dos años mayor, murieron en un ataque con cuchillo -Ann Marie recibió 38 puñaladas- cerca de la estación de tren de Brokstedt, Schleswig-Holstein, en Alemania. El presunto autor, Ibrahim A., hirió gravemente con un cuchillo a otras dos mujeres y dos hombres. 

El asesino había sido puesto en libertad por otro delito,cometido en Hamburgo, apenas unos días antes de este ataque con cuchillo.

El caso Ibrahim A. adquirió una dimensión política: suscitó un debate sobre la seguridad en los trenes y las estaciones, así como sobre cómo tratar con los infractores extranjeros graves. El ataque afectó a varios parlamentos estatales porque había deficiencias evidentes en el intercambio de información importante entre las autoridades de Hamburgo, Kiel y Renania del Norte-Westfalia, donde Ibrahim A. vivía y también cometía crímenes. Unos meses antes de salir de la prisión de Hamburgo, el presunto asesino se comparó con el atacante de Breitscheidplatz de Berlín, Anis Amri.

En su día, el padre de Ann Marie, Michael Kyrath, se enfrentaba cara a cara a un impasible presidente alemán, Olaf Scholz, a quién mirándole a directamente a los ojos le preguntaba, por ejemplo, cómo era posible que estas personas que llegaban como inmigrantes a Alemania, sin saber de dónde procedían o quiénes eran, les estuviera permitido hacer cualquier cosa. "Tú no tienes hijos, no puedes imaginarlo", le espetaba Kyrath a Scholtz, pero hay padres que acaracian la mano de sus hijos por última vez en su vida y esa mano "está helada". 

Kyrath representa alrededor de 300 padres cuyos hijos murieron en las mismas circunstancias que su hija Ann Marie: mismo perfil del asesino, misma arma, misma sucesión de los hechos. 

Por eso, Kyrath dirigiéndose a Scholtz le reclamaba por qué los gobiernos sólo hablan y hablan, siempre diciendo las mismas frases y empiezan a actuar para que tragedias como la que él ha sufrido, no vuelvan a repetirse.