Provida celebran la salvación de 200.000 bebés del aborto
El 26 de junio del año pasado, hoy hace exactamente un año, Hispanidad informaba de la derogación por parte del Tribunal Supremo de la protección legal del aborto en Estados Unidos, en el caso Dobbs contra Jackson Women's Health Organization, sentencia con fecha del 24 de junio de 2022.
La sentencia constató en firme que en la Constitución americana no existe derecho al aborto.
Este fallo anuló el precedente del caso Roe contra Wade, que supuso la despenalización del aborto en Estados Unidos en 1973 y su protección legal y que prohibía a los estados restringir el aborto antes de la viabilidad del fuera del útero, que se pensaba era a las 28 semanas de gestación, pero ahora, 50 años después, se considera generalmente que es de 23-24 semanas, explica Infocatólica.
Pero ahora, la Corte Suprema ha establecido que cada estado tiene libertad para legislar sobre el aborto.
Pues bien: un año después de esa histórica sentencia en EEUU, más de 20 estados han prohibido o restringido el aborto. Sin embargo, otros veinte estados han tomado medidas para mantener o ampliar el acceso al aborto dentro de sus fronteras.
Así las cosas, un informe de la proabortista Sociedad de Planificación Familiar calculó que se realizaron aproximadamente 32.260 abortos menos durante seis meses en comparación con los números anteriores a Dobbs, recoge Infocatólica.
Mientras que el senador por Oklahoma James Lankford calcula que Dobbs ha salvado durante estos doce meses la vida de unos 200.000 pequeños seres humanos, recoge Religión en Libertad.
“200.000 nacieron este año que no habrían nacido”, estimó Lankford. "Son 200.000 caras sonrientes en los parques infantiles, 200.000 canciones tontas en el jardín de infancia, 200.000 familias bendecidas mirando a los ojos de un niño, diciendo 'todos los niños son valiosos'”.
Por su parte, el congresista Chris Smith (Nueva Jersey) recordó, citando a la asociación provida National Right to Life, que desde la sentencia Roe en 1973, el aborto provocado mató a 64,5 millones de bebés (cifra equivalente a toda la población de Francia, el cuarto mayor país de Europa).