Decíamos en Hispanidad que sin duda el caso de María, 'La Beyoncé de la okupación', ha revolucionado el país. En un vídeo-tour, la okupa mostraba el chalet en el que se había  instalado con su familia: una casa de lujo en Coves Noves, una urbanización en Menorca. 

Aseguraba que "ni Beyoncé" y que se "lo merecía"; no tardó en hacerse viral y comenzó a conceder entrevistas. En una confesaba que cobraba 1.500 euros de Ingreso Mínimo Vital y que su marido trabajaba, lo que desató aún más la indignación del público. De ahí pudimos conocer que días más tarde la Guardia Civil la habría pillado cuando llevaba a sus hijos a la parada del autobús, denunciándola por cometer presuntamente tres delitos: conducir sin carnet, dar positivo en sustancias y una infracción de tráfico por conducción temeraria por un adelantamiento. 

En otra aparición en televisión negaba lo de las drogas, aunque admitía que no tenía carnet. 

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El revuelo ha sido tal que se produjo el desalojo de la okupa y su familia en tiempo récord. En un principio se habló de que el desalojo había sido tan rápido que los pobres okupas no habían podido llevarse sus pertenencias, por lo que el marido tendría que acudir otro día a recogerlas. 

La casa es propiedad de un matrimonio, que ya ha puesto alarma y ha cambiado la cerradura, y según ha podido conocer Menorca.info, los okupas han hecho la mudanza tan bien que incluso se han llevado muebles de los legítimos dueños. 

Al parecer cuando okuparon la casa encontraron mobiliario sin estrenar, del que presumía la okupa en sus vídeos, cuando su marido fue a hacer la mudanza se vio como se llevaba un televisor y un armario, pero no ha trascendido qué otros artículos se sustrajeron. 

Los propietarios han afirmado que renuncian a intentar recuperar sus pertenencias robadas porque lo único que quieren "es que termine toda esta pesadilla de manera definitiva".