Decíamos en Hispanidad que las redes estallaron con el caso de Franz, enfermo de diabetes y con respirador artificial, que tenía que vivir en su coche... mientras a los inmigrantes ilegales los alojan en hoteles

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Ahora, conocemos otro caso, el de Juan, un jubilado que sufre una polineuropatía (una afección que causa una disminución en la capacidad para moverse y sentir (sensibilidad) debido a un daño neurológico) y, que vive en una tienda de campaña por el alto precio de los alquileres.

Precisamente, sobre el alojamiento a los inmigrantes, en hoteles de cuatro estrellas, se pronunciaba recientemente la diputada de Vox, Rocío de Meer. 

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