En Cataluña, a 31 de marzo, hay un total de 8.828 presos en las cárceles de la región. Es la cifra más alta registrada en la última década. De estos casi 9.000 delincuentes que están entre rejas, más de la mitad son extranjeros (un 51,8%). Todo ello sin olvidar que el 48,2% restante también contabiliza a los internos de origen extranjero y a los nacionalizados.
Pues, según reconoce la propia Generalidad en un documento oficial (ver adjunto), un 40% de esos reclusos extranjeros no tiene la intención de integrarse.

¿Y cuánto cuesta mantenerlos? La Generalitat de Catalunya se está gastando, anualmente, 94,3 millones de euros.
¿Y el coste social? Pues, rebeliones como la sufrida recientemente en las localidades de Salt o Mataró.
Sin olvidar las cifras como la que recoge que el 91% de los condenados en Cataluña por violación son extranjeros. Los inmigrantes representan el 17% de la población total de la comunidad autónoma. Mientras, el ministro del Interior se aferra a su mantra: no existe relación entre inmigración ilegal y delincuencia. La culpa de todo es de la extrema derecha.