Según informa Religión en Libertad, en Barcelona, el pasado 30 de marzo fieles católicos se concentraron delante de la parroquia de Santa Maria del Remei (muy cerca de la Avenida Diagonal) para evitar la profanación del templo por parte de un grupo de pro-abortistas. 

Las pro-abortistas habían convocado en redes sociales una concentración delante de esa iglesia porque su párroco había, a su vez, realizado un llamamiento mediante un vídeo para rezar pacíficamente en la campaña de 40 Días por la Vida bajo el lema ‘O la bandera de Cristo o de Lucifer’.

Las pro-abortistas replicaron con este mensaje en redes sociales: "Con un tono paternalista y moralista y posicionándose como defensor de la vida, vemos que este vídeo es un ejemplo más de la voluntad de quitar a las mujeres el control sobre sus cuerpos y su sexualidad y una agresión directa hacia sus derechos sexuales y reproductivos. Ante esta ofensiva, las vecinas de Les Corts decimos basta. Os convocamos el próximo jueves, 30 de marzo, a las 18:30 en la plaza Concordia. Llevad cacerolas y cucharas, y a vuestras amigas. Necesitamos ser muchas y gritar fuerte que si nos tocan a una, nos tocan a todas". 

Acudieron unas 30 personas pro-abortistas, con algún que otro "aliade", como llaman a los varones pro-aborto que acuden a sus protestas. 

Enfrente, decenas de fieles, mujeres y niños se situaron entre la iglesia, donde se encontraba expuesto el Santísimo, y la manifestación. Muchos de los asistentes integraban organizaciones con un amplio historial delictivo, blasfemo y anticristiano como la CUP y Arràn, según informó en su día E-cristians.

Francisco Segarra, feligrés de la parroquia y bloguero de Religión en Libertad, convocó el rosario de fieles para pedir por la protección del templo e impedir posibles intentos de profanación.  

"Con pintadas como `Abortar es un derecho, no un pecado´ y cánticos blasfemos intentaron amedrentar a los parroquianos congregados ante la puerta del templo para defenderlo. La impecable actuación de los Mossos impidió que la situación degenerase y no hubo que lamentar desgracias personales. Las manifestantes no pudieron profanar la iglesia", informa Segarra.

En este caso, la actuación de las fuerzas del orden logró proteger a los feligreses y el templo.

Durante un periodo de dos horas, los feligreses soportaron no pocos insultos y ofensas dirigidas tanto a ellos como a su fe -como se puede ver en las cruces que portaban los manifestantes con inscripciones como "fuera de nuestros ovarios", entre otros- mientras rezaban el rosario y proferían vivas a la vida, a las madres y a los niños.

 

Esta actitud pacífica enardeció los ánimos de las feministas que profirieron todo tipo de insultos contra la Iglesia Católica, el Papa y los obispos.

Al cabo de dos horas, ante la firmeza tranquila y pacífica de los parroquianos, las abortistas decidieron concluir el acto y se dispersaron, informa Segarra.

Los feligreses, tras el acto convocado por los propios fieles de la parroquia, hicieron un llamado a los católicos para defender las iglesias a través de la oración comunitaria del rosario en las puertas de los templos.

Mientras, en el interior del templo, otros fieles adoraban al Santísimo Sacramento, lo que pudieron hacer en paz sin ser molestados gracias a la asistencia de los católicos a la convocatoria en el exterior del templo.