Tiffany Thomas, ciclista transgénero, que ha arrasado en una prueba disputada en Nueva York
El mundo del deporte femenino es uno de los más afectados con las leyes trans que corren a lo largo y ancho del mundo. Uno de los casos que más polémica ha suscitado en torno a las competiciones de mujeres con deportistas trans, ha sido el de la nadadora Lia Thomas -antes Will-. Y es que, la Federación Internacional (FINA) de natación propuso una nueva categoría para acoger a los transgénero, dado que las nadadoras que competían con Thomas se niegan a competir con deportistas transgénero que superan sus posibilidades por una simple cuestión biológica: son hombres. Más reciente el caso que contamos en Hispanidad un atleta trans que batía el récord en los 200 metros... en la categoría femenina.
Ante el aumento de casos y las polémicas desatadas, la federación internacional de atletismo, World Athleticsm presidida por Sebastian Coe, anunció la pasada semana que las atletas trans no podrán competir en categoría femenina en pruebas internacionales, medida que entrará en vigor a partir del 31 de marzo.
Pese a este anuncio, llega un nuevo caso, esta vez, en el ciclismo. Tiffany Thomas, ciclista transgénero, que ha arrasado en una prueba disputada en Nueva York. La trayectoria de Thomas es, sin duda, meteórica: desde que empezó a competir en categoría femenina ha conseguido dominar todas las carreras a las que se ha enfrentado y ha fichado por uno de los mejores equipos.
Pero claro, la ventaja física frente al resto de sus compañeras ha levantado ampollas entre éstas, que consideran injusta su participación de igual a igual. La polémica se hizo aún más grance cuando Thomas, que trabaja en un laboratorio, presumió en redes sociales: "No voy a mentir, a veces me siento una superheroína".
Además, esa última victoria de Thomas, desencadenó otra consecuencia: la cuarta en esa carrera, la ciclista Hannah Arensman, mujer bilógica, anunció su retirada: "En mi última carrera en el reciente Campeonato Nacional de Ciclocross UCI en la categoría femenina de élite, llegué en cuarto lugar, flanqueada a cada lado por corredores masculinos que obtuvieron el tercer y quinto lugar".
La decisión de Hannah ha sido muy comentada, ya que pese a su juventud, tiene 25 años, tenía un palmarés muy importante: "De cara al futuro, lo siento por las chicas jóvenes que están aprendiendo a competir y que están creciendo en una época en la que no van a tener una oportunidad justa de conseguir el nuevo récord y ser campeonas de ciclismo porque los hombres quieren competir en nuestra categoría".
"Me he sentido profundamente enfadada, decepcionada, ignorada y humillada por el hecho de que los legisladores de los deportes femeninos no consideren necesario proteger el deporte femenino para garantizar una competición justa para las mujeres. Mi hermana y mi familia sollozaron al ver a un hombre terminar frente a mí, después de haber presenciado varias interacciones físicas con él durante la carrera. No es justo".
"En los últimos años, he tenido que competir contra ciclistas masculinos en pruebas femeninas. A medida que se ha ido convirtiendo en una auténtica realidad, cada vez resulta más desalentador entrenar tan duro como lo hago para acabar perdiendo contra un hombre con la injusta ventaja de un cuerpo androgenizado. He decidido poner fin a mi carrera de ciclista".