Cuando el defensor del Pueblo, el excura y socialista Ángel Gabilondo, presentó su informe sobra la pederastia clerical, una calumnia y una injuria, que concluía unas cifras que parece una coña: cifraba en 440.000 los abusos sexuales perpetrados por sacerdotes.

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Sencillamente, como respondió el propio presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Omella, la cifra es falsa pero, sin embargo, ahora, el mismo Omella decide que hay que colaborar con el defensor del pueblo: ¿colaborar con la infamia?  

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