Al presidente francés, Emmanuel Macron, se le ve en los medios progres como un socialista-liberal (contradictio in terminis) y también a Sánchez, para entendernos, la traducción sería algo así como, por socialista: enemigo jurado de la propiedad privada y de la familia, además de anticlerical; y por liberal: abortista, promotor de la ideología de género y cristofobo. Lo que viene siendo un pequeño gran hombre del Nuevo Orden Mundial (NOM). 

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Y ahora la polémica y muestra de su cristofobia ha surgido a partir del cartel de los Juegos de París 2024. Según la imparcial RTVE estamos ante un díptico, la parte izquierda como póster de los Juegos Olímpicos y la derecha para los Paralímpicos, "un diseño surrealista que incorpora muchísimos elementos y que tiene un aire colorido y festivo", creación del ilustrador parisino Ugo Gattoni. 

Una vez más, traducimos: se incorporan tantísimos elementos, tantos guiños al deporte y a la cultura francesa, tantos monumentos como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, el Puerto de Marsella... que, fíjese usted por donde, se les ha olvidado la cruz de Cristo en la cúpula central del Edificio de Los Inválidos. 

El edificio que alberga la tumba de Napoleón Bonaparte y que es testigo de los funerales de Estado, ha visto sustituida su cruz por una flecha. 

Y para rematar la jugada, Arabia Saudí ha pedido establecer un pabellón nacional, algo que piden muchos países, pero justo quieren 'montarlo' en Los Inválidos. Pero no se crean que el Gobierno francés ha dado su no rotundo ante semejante provocación, ellos son social-liberales, por lo que los están estudiando. 

Así lo aseguró el ministro de Defensa, Sebastien Lecornu, indicando que las negociaciones estaban en marcha y que el gobierno francés adoptaba una postura "comprensiva" al respecto. Faltaría más.