El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha elaborado un estudio analizando el centenar de sentencias dictadas en 2020 por el Tribunal Supremo en casos relacionados con delitos contra la libertad sexual, recoge El Mundo.

Entre otras conclusiones, este informe, pionero en la materia, revela que en siete de cada 10 casos (el 68,1% de los analizados), las víctimas de la agresión sexual eran menores de edad. También, que la práctica totalidad de las víctimas adultas eran mujeres (el 97,7%), mientras que en el caso de los menores ese porcentaje disminuye hasta el 68,4% al ser también los niños (varones) objeto de este tipo de prácticas delictivas.

En concreto, los supuestos con víctimas menores de edad sumaron 64, con un total de 95 víctimas: 65 niñas y 30 niños.

En los 30 casos de violencia sexual sobre personas adultas se contabilizaron 44 víctimas. De ellas, 43 eran mujeres y la última, un hombre. Además, una de cada cuatro de estas agresiones fueron grupales. Los 19 implicados en los ocho casos de estas características arrojan una media de 2,4 agresores en cada agresión múltiple, recoge El Mundo.

Cuando las víctimas son menores de edad, la diferencia radica en que, en este caso, la mayoría de los agresores (37,7%) forman parte de la familia

Cuando las víctimas son menores de edad, la diferencia radica en que, en este caso, la mayoría de los agresores (37,7%) forman parte de la familia; son conocidos a través de las relaciones familiares y de vecindad (31,2%) o conocidos del ámbito educativo, de ocio o deportes (24,7%). En un 7,8% de los casos, el contacto entre el agresor y el menor se produjo a través de las redes sociales, añade El Mundo.

Un análisis más profundo del grupo de agresores de menores revela que más de la mitad de ellos (54,5%) tenían una relación biológica con la víctima, eran padres, abuelos, tíos, etc.; y que en el 45,5% de estos casos de violencia doméstica, el agresor era el padre biológico del menor o la pareja actual de su madre.

El agresor es mayoritariamente un varón, tanto cuando las víctimas son adultas (100 %) como cuando son menores (93,8 %), aunque en este último tipo de violencia sexual se han dado supuestos de mujeres agresoras (1,5 %) y de agresores mixtos (4,7 %), recoge El Confidencial Digital.

En cuanto al tipo de delito cometido, fue el de agresión sexual en seis de cada diez casos en los que la víctima era una mujer adulta (60,3 %); los abusos sexuales supusieron el 11,1 % y el asesinato el 3,2 por ciento. Cuando las víctimas son menores de edad, el delito predominante es el abuso sexual, cometido casi en la mitad de los casos (48,6 %), de los cuales fueron abusos sexuales continuados el 57,7 por ciento. El segundo delito más cometido sobre niñas y niños fue la agresión sexual, con un 28,1 %, siendo continuadas el 53,6 % de ellas. Los delitos relacionados con la pornografía representaron el 6,5%, mientras que los vinculados con la prostitución de menores fueron el 4,7 % de los analizados, añade El Confidencial Digital.

Un elemento distintivo de la violencia sexual ejercida sobre menores son los tiempos de duración, elemento sobre el que se recoge información en 49 sentencias. En un tercio de esos casos la situación de violencia se prolongó durante varios meses; en el 14,3%, durante un año y en el 12,2%, dos años. El estudio revela que las agresiones se prolongaron durante cinco y seis años en un 10,2% de casos y hasta siete o más años en otro 12,2%. El segundo delito más cometido sobre niñas y niños fue la agresión sexual, con un 28,1%, siendo continuadas el 53,6% de ellas. Los delitos relacionados con la pornografía representaron el 6,5%, mientras que los vinculados con la prostitución de menores fueron el 4,7% de los analizados, añade El Mundo.