¿La mujer nace o se hace?, es la nueva campaña de la  Asociación Católica de Propagandistas, "Con ocasión del 8M, hemos querido lanzar esta pregunta por las calles de toda España. La mujer existe y es capaz, en exclusiva, de albergar, acompañar y cuidar vida en su interior. Todo esto la hace única. Feliz día de la mujer"

¿Ven el odio en el mensaje? Nosotros no somos capaces, pero una mujer de Córdoba lo ha visto claro y ha decidido denunciar a la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), porque, según entiende la denunciante, constituye un presunto delito de odio contra las personas trans.

En la denuncia, facilitada a Cordópolis, se advierte "que la campaña se enmarca deliberadamente en el contexto de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo" y que es una "clara provocación" y que está dirigido a "atacar y generar desinformación sobre las personas transgénero". La denunciante pide al Ayuntamiento a retirar el cartes a fin de evitar a fin de evitar posibles "altercados públicos o posibles actos de vandalismo relacionados con la campaña". Esta última exigencia es bella e instructiva, porque la mujer, al tiempo que denuncia la campaña por delito de odio, pide su retirada justificando una posible violencia sobre la misma, ¿comprenden?

Lo hemos dicho en numerosas ocasiones, la historia de la libertad en este siglo XXI liberticida comenzó con el cuento de los delitos de odio, una forma de censura que confunde pecado y delito y donde el acusado debe demostrar su inocencia. Y, de paso, es el instrumento idóneo para crear el pensamiento único anticristiano. Por ejemplo, si expones lo que dice el Catecismo de la Iglesia católica sobre la homosexualidad -lo mismo que han propuesto la mayor parte de culturas y civilizaciones, dicho sea de paso- te dirán que odias a los homosexuales y te condenarán a cuatro años de prisión. O si afirmas, como hace la campaña, la biología más básica: que la mujer nace y no se hace, también estás odiando. 

Volviendo a la campaña: “la mayoría lo tiene claro, aunque en los tiempos que corren algunos tienen miedo a hablar”, puede leerse en los carteles, y no nos extraña: multas de hasta 150.000 euros para quien ose hablar de la salvajada Trans.