Disney, que tiene como CEO a Bob Chapek, insiste en defender el adoctrinamiento de niños en el estado de Florida... pero enfrente tiene al gobernador, Ron DeSantis
El republicano Ron DeSantis, gobernador del estado de Florida, no se achanta ante The Walt Disney Company. Y es que dicho estado podría revocar el autogobierno del distrito especial que alberga el parque temático Disney World (denominado Reedy Creek Improvement District), que incluye privilegios fiscales, según informan varios medios.
De Santis responde así a la suspensión de las donaciones en dicho estado que ha adoptado el gigante del entretenimiento y también a sus críticas a la ley que prohíbe adoctrinar a niños en ideología de género en las escuelas. Hace unos días, en un discurso de recaudación de fondos, DeSantis llegó a señalar: “Si Disney quiere pelear, eligió al tipo equivocado”, “Disney y otras corporaciones despertaron y ya no se saldrán con la suya vendiendo sus campañas de presión sin control”, “si queremos que la maquinaria demócrata y sus perros falderos corporativos rindan cuentas, tenemos que unirnos ahora”.
El Senado del estado de Florida aprobó por 23 votos a favor frente a 16 en contra que se revocarán los privilegios del distrito especial de Reedy Creek a partir de junio de 2023. Ahora el tema queda a la espera de la decisión que tome la Cámara de Representantes de dicho estado. Recuerden que Florida tiene varios distritos especiales y el de Disney se remonta a 1967, permitiéndole el autogobierno municipal de los terrenos que ocupa su parque temático e incluye: temas de planificación y permisos de construcción, así como la exención de ciertas regulaciones y tarifas. Conviene destacar que Reedy Creek también cobra impuestos a Disney para pagar a los equipos de respuesta médica y de bomberos del parque, entre otros servicios, pero su fin requeriría que los dos condados que ocupa (Orange y Osceola) intervinieran para brindar esos servicios, lo que probablemente conduciría a un aumento de los impuestos para los residentes, según señala James C. Clark, profesor de la Universidad de Florida Central, a The New York Times.
Parece que la factoría de Mickey Mouse le puede salir bastante caro su oposición a la ley que impide adoctrinar a niños en ideología de género en las escuelas del estado de Florida. Pero claro no hay que olvidar que Disney es un buen discípulo del Nuevo Orden Mundial (NOM) y esto se refleja no sólo en su apuesta por la ideología de género y el ateísmo en los contenidos, también en su defensa del adoctrinamiento de niños (o “corrupción de menores”, como refiere el líder de Vox, Santiago Abascal). Además, el gigante del entretenimiento ya no tiene reparos en reconocer su agenda LGTBQ+, que tiene el respaldo de muchos directivos (entre ellos, su presidenta y su consejero delegado), pero contra la que ya han surgido críticas hasta de los propios empleados homosexuales.
Y atentos al tuit del republicano Randy Fine, miembro de la Cámara de Representantes del estado de Florida, donde recuerda que “Disney es un invitado en Florida”, pero ahora podría perder un estatuto especial de 50 años que hace que esté exento de las leyes que enfrentan los floridanos regulares.
BREAKING: Disney is a guest in Florida. Today, we remind them. @GovDeSantis just expanded the Special Session so I could file HB3C which eliminates Reedy Creek Improvement District, a 50 yr-old special statute that makes Disney to exempt from laws faced by regular Floridians.
— Rep. Randy Fine (@VoteRandyFine) April 19, 2022