Quinta ola… creo. La incidencia sube, los ingresos hospitalarios también, nuevas restricciones a la hostelería, el turismo se paraliza, Trivago se anuncia con posibilidad de cancelación sin costes y los restaurantes cambian locales de lujo por terrazas cutres. El personal se había empezado a dar la mano y ahora la suelta. En definitiva, el miedo no se había marchado pero la histeria sí: ha vuelto.

Esto es lo de hoy martes, pero lo de las últimas semanas es la parálisis del país. 

Los chinos lanzaron el virus y ahora bloquean las materias primas del mundo. Uno diría que lo hicieron adrede

Aquí, el único agitado es Moncloa porque Sánchez sí tiene un objetivo: permanecer. Pero el resto del país está abrumado por tristeza e indolencia. Los españoles andan tristones y las empresas españolas indolentes. Retrasan sus planes o simplemente carecen de ellos. Es como si nos hubieran robado el sol.

Robo del sol

En el entretanto, suma y sigue con aquellos que piensan que el virus salió de un laboratorio chino sito en Wuhan. Claro que ahora de poco va a servir pero al menos, siempre podremos decir aquello de “ya lo decía yo”.

El miedo nunca se fue, la histeria sí: ahora ha vuelto.

Eso sí, se apuntan, celosos, a la lucha contra el cambio climático: ¡Menos mal!

Por cierto, los chinos lanzaron el virus y ahora bloquean las materias primas del mundo. Uno diría que lo hicieron adrede.

Eso sí, se apuntan, celosos, a la lucha contra el cambio climático: ¡Menos mal!