Andrew Pollard, director del Centro de Vacunas de Oxford
Este virus es muy raro. La noticia de hoy es que en el conjunto del mundo se aplana la curva -feliz neologismo- pero, naturalmente no tenemos ni idea del porqué. En España aún se aplana más, tanto que ha habido que inquietar al personal con noticias sobre las embarazadas, población de riesgo, quizás porque, a pesar del abortismo dominante, todavía nadie ha logrado extraer del subconsciente -sólo del inconsciente- colectivo español el hecho de que en una mujer embarazada no hay una vida sino dos.
Se aplana la curva. Nuevamente, no tenemos ni idea del porqué
Vamos, que se aplana la curva pero, una vez más, no tenemos ni la menor idea del porqué.
Pero todavía queda lo mejor del proceso de desinformación: relacionar el Covid con el cambio climático. Aunque ya hay quien lo ha intentado. Recuerden aquellas declaraciones de la doctora María Neira, eximia científica de la eximia OMS, quien relacionó la pandemia con la deforestación: lo sabía, el cambio climático.
Pero todavía queda lo mejor del proceso de desinformación: relacionar el Covid con el cambio climático. Aunque ya hay quien lo ha intentado
Y de postre, el padre de la vacuna de Oxford, o sea la de AstraZeneca, nos dice que la variante Delta, que es muy caprichosa, impedirá llegar la inmunidad global. Lo que constituye, por cierto, el gran misterio del Covid: ¿Por qué puñetas nuestro sistema inmunológico no consigue inmunizarnos contra ese virus? Al menos, está tardando mucho.
Decididamente, este virus es muy raro. Rarísimo. Y lo peor: Biden les dio a sus servicios de inteligencia 100 días para conocer el origen del virus… y la CIA y compañía también han fracasado. ¡Y eso que se lo ordenó Joe!
Este virus es muy rarote.