Decíamos ayer que la directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, habría recibido al menos 64 contratos públicos de Ayuntamientos gobernados por el PSOE y, con estas adjudicaciones habría facturado alrededor de 250.000 euros con las empresas que comparte con su mujer, Elisabeth García, exasesora del PSOE en el Senado. 

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Pues bien, García ha difundido un comunicado en el que niega cualquier amaño o trato de favor en dichos contratos adjudicados por ayuntamientos socialistas a las empresas que comparte con su pareja y asegura que cumple "escrupulosamente" la ley reguladora de los conflictos de intereses de altos cargos, "como no podía ser de otra manera". 

Declara además tener "la conciencia tranquila y la certeza de haber hecho las cosas bien" y asegura que "Nunca he hecho ninguna gestión o recomendación, directa o indirecta, ante los posibles clientes de las empresas, sean públicos o privados, para favorecer ningún contrato. E insisto en que los contratos que se han realizado con entidades públicas de todos los colores políticos y privadas son "fruto del buen hacer profesional de mi esposa".

Mientras, Igualdad que anunciaba ayer que pediría explicaciones a la directora del Instituto de la Mujer por esos contratos, pide hoy «paciencia y humanidad» para que Isabel García se explique y la mantiene en el cargo. Sumar y Más Madrid, por contra, exigen su dimisión. 

Y, en el entretanto, Irene Montero, a quien su labor en el Europarlamento le está dejando ratos libres para otros menesteres además de trabajar por el feminismo, lanza su teoría sobre este asunto:

Irene ok