Disney sigue perdiendo suscriptores sin renunciar a la deriva progre y la gran tarea de Mark Parker y Bob Iger es lograr rentabilidad en 'streaming'
The Walt Disney Company ha empezado los 7.000 despidos apostando por algo menos de progresismo (Victoria Alonso, vicepresidenta ejecutiva de Marvel Studios) y por más realidad. Y es que ha procedido al cierre de su división de metaverso, despidiendo a sus 50 trabajadores, pero no a su director, Mike White, que lleva más de una década trabajando en la factoría de Mickey Mouse, según The Wall Street Journal.
El gigante de ocio y entretenimiento prescindirá del 3,6% de la plantilla, medida que ya anunció cuando dio a conocer sus últimos resultados y que forma parte de un plan para reducir costes por unos 5.500 millones de dólares (unos 5.000 millones de euros al tipo de cambio actual). El tijeretazo a los costes lo quiere dar sobre todo en los contenidos (unos 2.700 millones de euros), excepto en los deportivos, y cuando cabe recordar que estos ya no son inocentes y se han convertido en un medio de adoctrinamiento de niños (o “corrupción de menores”, como refiere Santiago Abascal, líder de Vox) impulsa el movimiento woke y sin dejar de lado los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM) que se resumen en ideología de género (feminismo y homosexualismo -llegó a reconocer que tiene una agenda LGTBI-) y ateísmo (mucho panteísmo y nada de Dios, incluso se da protagonismo al demonio). Los otros 2.300 millones de euros del recorte de costes se acometerán en gastos de marketing, mano de obra y tecnología.
La factoría de Mickey Mouse tiene otro objetivo prioritario junto a la reducción de costes: lograr ser rentable en ‘streaming’ y mucho más después de perder 2,4 millones de suscriptores en Disney+ entre octubre y diciembre
Precisamente, en esto último se puede encuadrar el cierre de la división de metaverso, pues ya no la ve tan atractiva y ha decidido no avanzar más en la que el exCEO, Bob Chapek, consideraba como “la unidad de narración de próxima generación” hace poco más de un año cuando aún llevaba las riendas de Disney. Desde ese momento, las únicas pistas que había dado sobre las posibles aplicaciones de esta nueva tecnología han sido que podría relacionarse con deportes de fantasía, atracciones de parques temáticos y otras experiencias de consumo.
Esta semana ha comenzado la primera ronda de los 7.000 despidos, en abril llegará la segunda y al inicio del verano la tercera y última, según ha informado el CEO, Bob Iger, a los empleados. Claro que la factoría de Mickey Mouse tiene otro objetivo prioritario junto a la reducción de costes: lograr ser rentable en ‘streaming’ y mucho más después de perder 2,4 millones de suscriptores en Disney+ entre octubre y diciembre. Además, no hay que olvidar que en paralelo, la principal tarea del presidente no ejecutivo, Mark Parker, es buscar al sucesor de Iger y al mismo tiempo, hacer frente al crítico inversor Nelson Peltz, consuegro de David y Victoria Beckham.