The Walt Disney Company hace tiempo que no es lo que era, dado que sus contenidos se han convertido en puro adoctrinamiento de menores (“corrupción de menores”, según el líder de Vox, Santiago Abascal). Así se puede ver en su empeño por el woke, el último meneo ideológico y necio del progresismo, pero esto no siempre gusta al público y la última muestra es el fracaso de la serie The Acolyte, que forma parte del universo de Star Wars, y que ha incluido jedis negros y brujas lesbianas que se auto-inseminan, como informa Religión en Libertad.

El gigante de ocio y entretenimiento se ha anotado un nuevo, y sonoro, fracaso en la plataforma de streaming Disney+, después del que tuvo en 2022 con la serie Willow, una nueva versión que para nada repitió el éxito que tuvo la película estrenada en 1988 y que actualizaba con tintes woke al incluir jóvenes luchadoras lesbianas. Ahora se ha decidido que no habrá segunda temporada de The Acolyte y la retirada del merchandising de la tienda oficial, pero aún no se ha quitado del catálogo como sí pasó con la serie Willow.

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La primera temporada de The Acolyte ha sido muy cara (un presupuesto de 180 millones de dólares, unos 163 millones de euros), pero ha fracasado en espectadores por el empeño woke. Esta serie del universo de la famosa saga La Guerra de las Galaxias decepcionó a los fans de la misma al incluir jedis negros y brujas lesbianas que se auto-inseminan. Todo esto contrasta con las palabras del CEO de Disney, Bob Iger, en el evento D23, cuando refirió que “el mundo necesita entretenimiento ahora más que nunca y nos tomamos muy en serio esa responsabilidad”. Sin embargo, les faltan ideas: tienen poco contenido original y demasiadas secuelas de películas.

El adoctrinamiento de menores que practica la factoría de Mickey Mouse no se hace en cualquier cosa sino en los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM), que se resumen en: mucha ideología de género (feminismo, homosexualismo, trans y no binarios), así como mucho en mucho ateísmo (apuesta por panteísmo, ocultación de Dios, negación de lo espiritual, e incluso protagonismo del demonio y normalización del satanismo). Los ejemplos de todo esto, tristemente, son cada vez más numerosos, y entre los últimos, destaca la película Del Revés 2, donde como ya refirió nuestra crítica de cine Juana Samanes, al igual que hizo en la primera entrega, Disney volvió a patinar en lo del ‘Sistema de creencias’, como si la religión pudiera ser simplificada y minimizada en la vida de una persona. También la necedad woke ha quedado patente en la nueva versión de Blancanieves, con enanitos creados por ordenador... para no ofender, tras la polémica que había despertado otros anteriores muy inclusivos.

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Ahora la última muestra se ha podido ver en The Acolyte. La fuerte apuesta feminista se refleja no sólo en el elenco de personajes, que está formado en su mayoría por mujeres, sino en una escena -la cual ha sido muy criticada- donde aparece una reunión de brujas lesbianas que usan La Fuerza para auto-inseminarse y así tener hijos sin la intervención masculina. Feminismo y homosexualismo, al mismo tiempo, ¡cuánta inclusión, Disney! Por si esto no bastara, también hay alusión a la ideología de género, incluyendo el fenómeno trans, porque en otra escena, el personaje que interpreta la actriz afrodescendiente Amandla Stenberg mira a un roedor y pregunta a otro personaje si “¿está ‘él’ o ‘ellos’ con nosotros?”, un gusto por los pronombres que gusta mucho al woke para no referir el sexo.

Y ojo, porque el adoctrinamiento de menores de Disney en The Acolyte no se limita a la ficción en sí. La actriz Amandla Stenberg llegó a celebrar que “la guerra de las galaxias ya es muy gay”, es conocida como activista del movimiento ‘Black Lives Matter’ y llegó a jactarse de “enfadar a los blancos” con la citada serie; además, se refirió a “las oleadas de vitriolo (ácido sulfúrico) a las que nos hemos enfrentado desde el anuncio de la serie”. Por su parte, la creadora de la serie, Leslye Heandland, que es lesbiana, llegó a colocar a su cónyuge en el papel de la maestra jedi Vernestra Rwoh,… e incluso bromeó que R2d2 podría ser lesbiana.

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Un adoctrinamiento de menores y una falta de ideas en contenidos que también se nota en las cifras económicas. Por ejemplo, Disney acumula una depreciación de casi el 22% en bolsa en los últimos seis meses, pese a haber vuelto a beneficio entre abril y junio (periodo que corresponde a su tercer trimestre fiscal). En los nueve primeros meses (octubre a junio) de su ejercicio, el gigante de ocio y entretenimiento ha mejorado en streaming, pero ha decepcionado en el negocio de parques temáticos, logrando un ligero incremento de ingresos y el doble de beneficio. En esto último han contribuido la nueva subida de precios en Disney+ y el fin de las cuentas compartidas, aunque no ha evitado más despidos.