La aparición de Cristo a María Magdalena, obra de Alejandro Andreevich Ivanov
El Domingo de Resurrección se conmemora el gran momento que da sentido a la vida de un cristiano: la Resurrección de Cristo. Es decir, Jesús vive, como dice el Evangelio según san Juan (Jn 20, 1-9): El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
Se puede ver en La mañana de la Resurrección, obra de Edward Burne-Jones.
En este tapiz del taller de Pieter Van Aelst.
En La resurrección de Cristo, pintada por Andrea Mantegna.
En La resurrección de Cristo, de Gaspar de Valencia.
La resurrección de Cristo pintada por Juan Correa de Vivar.
Magdalena penitente, obra de Pedro de Mena.
La resurrección de Cristo, de Jerónimo Vicente Vallejo Cósida.
La aparición de Cristo a María Magdalena, de Alejandro Andreevich Ivanov.
Imágenes del Museo Lázaro Galdiano, Museo del Prado, Academia Carrara, Museos Vaticanos y Museo estatal ruso de San Petersburgo, entre otras