Tal y como está el nivel de los estudiantes españoles, que han obtenido los peores resultados de la última década en Ciencias, Matemáticas y Lectura, según el Informe Pisa, al ministerio de Educación de Pilar Alegría no se le ha ocurrido otra idea que implantar este curso la Guía Educativa  ’28.000 por el clima’ (28.000 centros educativos no universitarios que existen en España).

Relacionado

Durante la presentación de la guía, el subsecretario de Educación, Formación Profesional y Deportes, Santiago Roura, ha resaltado el uso de la educación “para construir una ciudadanía consciente y responsable de la situación del planeta” porque “los problemas reales reclaman acciones educativas adecuadas”. 

Elaborada por Teachers for future España -no confundir con el movimiento Fridays for Future de jóvenes que luchan contra el cambio climático- , su objetivo es, desde un enfoque ecosocial, cambiar la gestión de los centros escolares.

Así, Roura ha recordado la multitud de evidencias científicas sobre el cambio climático y ha asegurado que “la ciencia no está sometida a opinión”, por lo que ha apostado por basarse en ella para realizar la labor educativa respecto al medioambiente. En este sentido, ha recordado que el Ministerio, a través de su labor legislativa, ha integrado la sostenibilidad en el sistema educativo y formativo.

En el acto también han intervenido Miriam C. Leirós, coordinadora de Teachers for Future; el periodista de la Agencia EFE Arturo Larena; Rosario Toril, del Centro Nacional de Educación Ambiental; y María Capellán, presidenta de CEAPA.

En sus intervenciones, han reconocido el “antes y después” que ha supuesto la aprobación de la LOMLOE, al incorporar al ámbito educativo la conciencia sobre el cambio climático, así como la función pedagógica que la educación medioambiental puede realizar en el alumnado. También han destacado la importancia del cuidado de los entornos en los centros escolares y han reclamado “políticas valientes” para mejorarlos.

Insistimos, del nivel formativo de los alumnos españoles, cada vez más bajo, ni una palabra. Lo que le importa al Gobierno Sánchez es seguir moldeando su modelo de estudiante: vago e ignorante... pero muy sensible, gracias a los contenidos afectivo sexuales de la LOMLOE -en busca de la perversión de la infancia- y ahora también más ecológico.