En EEUU, el Museo Nacional del Aire y el Espacio del Smithsonian, en Washington D.C., expulsó a un grupo de seis estudiantes católicos el pasado viernes 20 de enero.

¿Por qué lo hizo? ¿Es que eran unos gamberros que destrozaron las obras expuestas? ¿Amenazaron con cuchillos a los demás visitantes y a los empleados, como si de peligrosos yihadistas se trataran?

No.

La causa de su expulsión fue el terrible delito de llevar gorros con el mensaje ‘Rosario Pro-vida’, recoge Aciprensa.

El American Center for Law & Justice (ACLJ), una organización legal cristiana que se encargó de la representación de los seis adolescentes, detalló en su sitio web que el personal del recinto “se burló de los estudiantes, les insultó e hizo comentarios de que el Museo era una 'zona neutral’ donde no podían expresar tales declaraciones”.

Ante la advertencia del ACLJ al museo de un posible litigio en los tribunales, este se disculpó. En concreto, su portavoz expresó a The Christian Post que “un agente de seguridad dijo por error a los jóvenes visitantes que sus sombreros provida no estaban permitidos en el Museo”. “Pedir a los visitantes que se quiten los gorro y la ropa no se ajusta a nuestra política ni a nuestros protocolos. Proporcionamos un reciclaje inmediato para evitar que se repitan este tipo de errores”.

Por su parte, Jordan Sekulow, Director ejecutivo de ACLJ, explicó que lo sucedido en el Museo fue “una clara violación de la Primera Enmienda, no sólo de su libertad de expresión, sino también de su libertad religiosa”.

Además, recordó que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos sentenció en 2002 que “el gobierno no puede suprimir o excluir el discurso de particulares por la única razón de que el discurso sea religioso”.