En febrero del año 2023, en EEUU, la organización denominada el Templo Satánico (TST) abrió una clínica abortista en el estado de Nuevo México, como recogió Hispanidad

En ese momento, esta organización, como burla a los católicos, denominó a su abortorio ‘Clínica de abortos satánicos de la madre de Samuel Alito’, porque Alito fue uno de los jueces de la Corte Suprema que, con su voto, contribuyó a anular la sentencia del caso Roe vs. Wade. 

Pues bien: esta misma simpática (irónico) organización ha anunciado que abre un nuevo abortorio, esta vez en el estado de Virginia

Y en esta ocasión, también con la intención de humillar al movimiento provida, ha denominado a su abortorio 'La Clínica Satánica del Derecho a Tu Vida'.

El Templo Satánico (TST) concibe el aborto -matar un niño en el vientre de su madre, no lo olvidemos-- como una especie de ritual religioso, hasta el punto de que --denuncian-- las leyes pro-vida atentan contra su libertad religiosa.

Según ha trascendido, hay mujeres que voluntariamente se prestan a esa especie de ritual religioso en el que, antes de abortar, leen el Tercer Mandamiento de esta secta satánica -«El cuerpo de uno es inviolable, sujeto sólo a la voluntad propia»- y después de ingerir la píldora abortiva, recitan el quinto mandamiento de esta secta satánica: «Las creencias deben conformarse a la mejor comprensión científica del mundo. Uno debe cuidar de no distorsionar los hechos científicos para adaptarlos a las propias creencias». Este repulsivo ritual termina cuando, después de expulsar al bebé que lleva en sus entrañas, recita el siguiente lema: «Por mi cuerpo, por mi sangre, por mi voluntad, está hecho».

Todo lo cual viene a confirmar la vinculación entre el satanismo y el aborto. 

Otro ejemplo: cuando, en Nueva York, se erigió una estatua en forma de medusa dorada con tentáculos de casi dos metros y medio de alto en el Tribunal de Apelación, Primer Departamento del Tribunal Supremo del Estado. Su autora, la artista nacida en Pakistán, Shahzia Sikander, explicó que se trata de una “mujer feroz” y una “forma de resistencia”, en homenaje a la juez feminista Ruth Bader Ginsburg y su lucha por el aborto. 

Como recogió Hispanidad en mayo de 2022, el Templo Satánico fue fundado en 2013 por Malcolm Jarry y Lucien Greaves ante la iniciativa de la Casa Blanca de George W. Bush de financiar organizaciones religiosas. Así, la organización cuenta con 20 capillas en las principales ciudades de EEUU, aprovechando su estatus oficial de grupo religioso para exigir el mismo trato que al resto de religiones.

Lo que ellos llama el  'Ritual del Aborto Satánico' o  'Ritual del Aborto religioso', fue introducido por la organización para apoyar una excepción religiosa bajo la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa de 1993. Puesto que, según argumentan, si se considera al aborto como un ritual religioso, el Gobierno no podría intervenir legalmente ni condenar a los pacientes con requisitos previos. 

Pero la clave que está detrás de todo esto es que Satán odia a Cristo

Como dijo San Juan Pablo II, toda ofensa contra el hombre, especialmente contra los más vulnerables, es una ofensa contra Jesucristo. Y el aborto es el mayor exponente de la ofensa contra el más débil y vulnerable de la sociedad -el niño no nacido-. Luego el aborto es una ofensa directa a Jesucristo. Y por eso el satanismo lo practica con entusiasmo.

San Juan Pablo II lo enunciaba así en su encíclica Evangelium Vitae

María ayuda así a la Iglesia a tomar conciencia de que la vida está siempre en el centro de una gran lucha entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas.

El Dragón quiere devorar al niño recién nacido (cf. Ap 12, 4), figura de Cristo, al que María engendra en la « plenitud de los tiempos » (Gal 4, 4) y que la Iglesia debe presentar continuamente a los hombres de las diversas épocas de la historia.

Pero en cierto modo es también figura de cada hombre, de cada niño, especialmente de cada criatura débil y amenazada, porque —como recuerda el Concilio— «el Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre».