El presidente electo de EEUU, Donald Trump, pronunció ayer -domingo 22- un discurso en el que aseguró que detendrá «la locura transgénero» el primer día que asuma el cargo.

Lo hizo con estas palabras: "Firmaré órdenes ejecutivas para acabar con la mutilación sexual infantil, sacar a los transgénero del ejército y de nuestras escuelas primarias y secundarias".

Además, aseguró que mantendrá «a los hombres fuera de los deportes femeninos». Y enfatizó que la «política oficial del gobierno de Estados Unidos» será «que solo haya dos géneros: masculino y femenino».

Estas palabras del nuevo presidente estadounidense son un torpedo en la línea de flotación del Nuevo Orden Mundial que trata de implantar en todo el mundo políticas contrarias a la ley natural, como el aborto, la eutanasia o la ideología de género. 

La ideología de género es una corriente perversa que difunde que cada persona puede elegir su género con independencia de su biología y atendiendo únicamente al deseo de la voluntad, lo cual, atenta contra la ley natural, porque todo el mundo sabe con la sola razón que se nace hombre o mujer y nadie nos pidió permiso para ello, como tampoco para nacer. 

Por otra parte, la ideología de género, difundida entre niños y adolescentes, puede lograr efectos devastadores, como se está viendo ya en muchos países occidentales

Además, una de las consecuencias de ello es el peligro para la familia natural, pues se rompe el esquema natural: "matrimonio-amor-sexualidad (varón y mujer)-procreación".