Twitter, ahora X, ha cambiado mucho desde que la compró Elon Musk y muchos cambios han sido para bien
Elon Musk está decidido a eliminar o, al menos, reducir drásticamente el número de cuentas automatizadas en X (antes Twitter), conocidas ‘bots’, y ha anunciado este miércoles que cobrará un dólar al año, de momento, a los nuevos usuarios de la plataforma en Nueva Zelanda y Filipinas. No se descarta que la medida se aplique en un futuro cercano a todos los usuarios de todo el planeta.
Starting today, we're testing a new program (Not A Bot) in New Zealand and the Philippines. New, unverified accounts will be required to sign up for a $1 annual subscription to be able to post & interact with other posts. Within this test, existing users are not affected.
— Support (@Support) October 17, 2023
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“A partir de hoy estamos probando un nuevo programa (Not a Bot) en Nueva Zelanda y Filipinas. Las cuentas nuevas y no verificadas deberán registrarse para obtener una suscripción anual de $1 para poder publicar e interactuar con otras publicaciones. Dentro de esta prueba, los usuarios existentes no se ven afectados”, afirma X en un mensaje.
“Esta nueva prueba fue desarrollada para reforzar nuestros esfuerzos ya exitosos para reducir el spam, la manipulación de nuestra plataforma y la actividad de los bots, mientras equilibramos la accesibilidad de la plataforma con la pequeña tarifa. No es un generador de ganancias”, prosigue.
“Y hasta ahora, las opciones de suscripción han demostrado ser la principal solución que funciona a escala”, finaliza.
Este anuncio se ha producido pocos días después de que Bruselas amenazara a Musk con cerrar X por, presuntamente, difundir bulos y mensajes de odio tras los atentados en Israel. Conviene recordar que uno de los primeros objetivos de Elon era suprimir la censura en la plataforma, censura que, por ejemplo, eliminó la cuenta del presidente Trump mientras mantenía activa la de uno de los portavoces de los 'pacíficos' talibanes. También fueron muy comentadas las reuniones entre el equipo dirigido por el anterior dueño, Jack Dorsey, y el FBI, para decidir qué publicaciones debían ser censuradas. Por ejemplo, todas aquellas que hablaban de la corrupción de la familia Biden. ¡Qué casualidad! Ahora, los mismos que callaban ante esa censura -o la alentaban-, critican a Musk, haga lo que haga.