Los trabajadores de la Taberna Garibaldi han creado una sección sindical de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) para exigir mejoras laborales. Denuncian jornadas de hasta 80 horas semanales, salarios por debajo del mínimo y falta de medidas de seguridad en el local de Lavapiés.
El local, uno de cuyos socios propietarios en Pablo Iglesias, se promocionó en sus inicios como «espacio para el proletariado". Ahora, los empleados acusan al fundador de Podemos de replicar prácticas empresariales que él mismo criticó en su etapa política.
Los trabajadores denuncian:
- Salarios por debajo del SMI: 700 euros mensuales para jornadas de 50-60 horas, frente a los 1.080 euros que marca la ley.
- Ausencia de contratos: El 60% del personal trabaja en negro, según la CNT.
- Riesgos laborales: Falta de extintores, cableado eléctrico defectuoso y humedades no reparadas en la trastienda.
- Acoso laboral: Presión para asumir turnos extras sin pago y prohibición de asociarse públicamente al sindicato.
Esto huele a Inspección de Trabajo... capitaneada por la mismísima Yolanda Díaz que, precisamente hoy, lunes 10, presume de que sube 50 euros el SMI (pero no baja las cotizaciones sociales).
Periodista Digital publica que Iglesias, tras abandonar la política en 2021, ha centrado sus esfuerzos en negocios como:
- Canal Red: Plataforma de streaming con 150.000 suscriptores, trasladada parcialmente a México en 2025 por problemas financieros.
- Proyecto funerario: Anunció en junio de 2024 planes para crear Funerarias Garibaldi, un servicio laico y anticapitalista.
- Inversiones inmobiliarias: En 2023 compró un chalé de 1,2 millones de euros en La Moraleja (Madrid), según el registro de la propiedad.
Por su parte, desde la dirección de la Taberna Garibaldi niegan las acusaciones. En un escueto comunicado, atribuyen el conflicto a «una minoría infiltrada por intereses políticos» y aseguran que «cumplen escrupulosamente con la legalidad».
Cuidado Pablo, no te marques un 'Bardem'.