Ellos dicen limitar pero ese es un concepto ambiguo que parece sólo pretende. Infosalus lo ha resumido bien. Vamos, que ahora son los médicos, los científicos, la gente de ciencias, quienes proponen lo mismo que la Iglesia lleva aduciendo desde hace décadas: que la pornografía constituye el principio de muchos males, incluido el mayor de todos: la incapacidad para entregarse a la persona y la cosificación y banalización del sexo. 

Pues bien, asustados, por las agresiones sexuales perpetradas por menores, ahora los epidemiólogos también piden que se limite la pornografía. 

No tengo claro en qué consiste exactamente eso de la limitación. A lo mejor consiste en que no se enseñe todo sino una parte, o bien que se limite a un número determinado de vídeos e imágenes, la cantidad de guarradas que un fulano puede contemplar al día. Según edad y nivel económico, mismamente. 

Tómenselo en serio porque la Iglesia propone pero el Estado coacciona. El Catecismo no tiene nada que ver con el Boletín Oficial del Estado. Aquel ofrece sugerencias, el Estado órdenes. 

En cualquier caso, décadas riéndose de quienes pretendían embridar la pornografía y ahora resulta que es un problema político denunciado, no por moralistas, sino por epidemiólogos. A ver si va a resultar que a la moral le llaman ley natural porque se atiene a la naturaleza humana. 

Y sí, en efecto, no estaría mal que un gobierno persiguiera la pornografía porque resulta que es muy negativa para la paz individual... y social.