Desde la Fundación Redmadre, Amaya Azcona y María Torrego piden que se ayude de verdad a la mujer embarazada y a la maternidad en España
España se muere sin remedio y ante la inacción de las Administraciones Públicas. Como ya señaló Hispanidad, nuestro país lleva cuatro años seguidos con más muertes que nacimientos (492.930 y 339.206, respectivamente en 2020, por ejemplo) y ojo, la tragedia es aún más grave porque destina diez veces más dinero a matar niños en el seno materno, es decir, a abortos, que a promover la maternidad, como ha denunciado la Fundación Redmadre en la presentación del V Informe Mapa de la Maternidad correspondiente a 2020.
En concreto, el año pasado, el conjunto de las Administraciones Públicas dieron unas ayudas para abortar de 32,218 millones de euros, mientras que la inversión en apoyo a la mujer embarazada con dificultades se limitó a 3,39 millones. ¡Olé! Sin embargo, esto sucede en un contexto de cuatro años de crecimiento vegetativo negativo, por lo que se necesitan hijos. Y ojo, conviene tener en cuenta que “ocho de cada diez mujeres embarazadas con dificultades que acuden a Redmadre siguen adelante con su embarazo, esto quiere decir que cuando una mujer recibe apoyo decide ser madre”, ha subrayado María Torrego, presidenta de la Fundación.
“Ocho de cada diez mujeres embarazadas con dificultades que acuden a Redmadre siguen adelante con su embarazo, esto quiere decir que cuando una mujer recibe apoyo decide ser madre”, ha subrayado María Torrego, presidenta de la Fundación
Por su parte, Amaya Azcona, directora general de la Fundación Redmadre, ha referido que “resulta incongruente que sólo se ofrezcan estos apoyos” (3,39 millones), destacando que de los 1,5 millones de hogares monoparentales que hay, 1,2 millones están encabezados por mujeres (dando lugar a que se hable de monomarentales) y de estos últimos el 52% están en riesgo de pobreza. Asimismo, ha añadido que “las mujeres con hijos tienen el doble de probabilidades de estar desempleadas y un 20% más de tener un contrato temporal”. Ante la pregunta de Hispanidad, sobre cómo valoran que se equipare a las familias numerosas con las monoparentales en la Ley de Diversidad Familiar que impulsa Ione Belarra, ha señalado que “es bueno que ayuden a monoparentales y numerosas, pues se debe ayudar a cualquier familia que esté en una situación de vulnerabilidad”.
Torrego ha señalado que “en España las ayudas a la maternidad son casi inexistentes” por parte de las Administraciones Públicas. En concreto, la cifra media de este gasto es de 7,97 euros al año, dos más que en 2018 pero dos menos que en 2016. Sólo ocho comunidades autónomas (Galicia, Andalucía, Madrid, Asturias, Castilla y León, Baleares, La Rioja y Cataluña) ofrecen algún tipo de ayuda a la maternidad y en los últimos dos años sólo se ha sumado Andalucía a la lista. Su partida es la segunda más elevada (1 millón), tras la de Galicia (1,318 millones), mientras que el resto están por debajo de los 450.000 euros. Por Diputaciones, sólo Guadalajara (7.500 euros) ofrece algún apoyo a la maternidad, frente a las tres que lo hacían en 2018; y también han bajado los ayuntamientos capital de provincia comprometidos con la maternidad, pasando de siete a cuatro: Burgos (22.750€), Cuenca (10.000€), Badajoz (6.000€) y Teruel (1.888€).
Sólo ocho autonomías (Galicia, Andalucía, Madrid, Asturias, Castilla y León, Baleares, La Rioja y Cataluña) ofrecen ayuda a la maternidad; Guadalajara es la única diputación que lo hace y también cuatro ayuntamientos capital de provincia (Burgos, Cuenca, Badajoz y Teruel)
Antes estas cifras, el resumen es que España sólo dedica el 1,3% del gasto público en porcentaje del PIB a la familia, situándose lejos de la media de la UE (2,2%), pero también de los países que lideran el ranking: Dinamarca (3,4%), Luxemburgo y Alemania (ambos con 3,3%), Noruega (3,1%), Suecia y Finlandia (ambos con 2,9%). Asimismo, desde Redmadre, apuntan que los países que destinan mayor porcentaje de PIB a la familia, cuentan con programas de apoyo a la maternidad y tienen cifras de aborto inferiores a las de España, por ejemplo: Noruega, con 222 abortos por cada 1.000 nacimientos (según datos de la OMS relativos a 2018); Finlandia, con 181; o Alemania, con 129; frente a los 239 de nuestro país.