Cada vez nacen menos niños en España, la esperanza de vida aumenta y la población aumenta, pero exclusivamente por la inmigración. No es una radiografía muy alentadora, que digamos, porque significa que España se está convirtiendo en un país de viejos. Y es que, según las proyecciones de población 2024-2074, publicadas este lunes por el INE, en 2055, el 30,5% de los habitantes de nuestro país tendrá más de 65 años. Actualmente es el 20,4%.

La pregunta surge sola: ¿Quién y cómo se pagarán las pensiones? La nómina mensual actual supera los 12.710 millones de euros, por catorce pagas, es decir, 178.000 millones al año, sólo para pagar las contributivas. Y el problema es que la tendencia sigue al alza… hasta el infinito y más allá. Por eso, que la 'hucha de las pensiones' haya alcanzado los 7.022 millones de euros en mayo, según anunció este lunes el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, suena a propaganda pura y dura. Ni siquiera a fin de año, cuando supere los 9.000 millones, será suficiente para pagar una mensualidad.

Me dirán que es una visión muy pesimista, porque según el INE, la población española aumentará hasta los 54,6 millones de personas en 2074, eso sí, únicamente gracias a la inmigración. Es cierto, pero ¿y si dejan de venir? Porque, ¿quién querrá trabajar en España si buena parte de su sueldo tiene que ir destinado a pagar las pensiones de una población cada vez más envejecida?

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Otrosí: según las proyecciones del INE, la población nacida en España disminuiría paulatinamente y pasaría de significar el actual 81,9% del total, al 61%, dentro de 50 años. Hay que aprobar cuanto antes el salario maternal.