Llevamos varios años sin relevo generacional en España cuya población aumenta gracias exclusivamente a la inmigración, como adelantó Hispanidad. La tendencia no ha cambiado en lo que llevamos de 2024 y eso es muy preocupante. Lo más probable es que, si seguimos la evolución mostrada hasta abril, cerremos el año con déficit de nacimientos.

De momento, las estimaciones del INE publicadas esta semana nos muestran que en abril nacieron 25.036 personas, el dato mensual más bajo desde enero, aunque superior a los 24.986 registrados en abril de 2023.

Así las cosas, en los primeros cuatro meses de 2024 nacieron 104.375 personas en nuestro país, una cifra muy inferior al número de fallecidos, que fue de 155.469. Es decir, murieron 51.094 personas más que las que nacieron. Lo peor es que no es la primera vez que sucede y, visto el entusiasmo del Gobierno por la cultura de la muerte y su alergia al fomento de la natalidad, tampoco será la última.

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Insistimos: el salario maternal no es que sea necesario e imprescindible, es que además es urgente. España se muere y no parece importarle a nadie.