La 'evolución' de Margarita Robles con la DANA: de "el ejército no tiene que arreglarlo todo”, a "la prioridad es el total apoyo a la reconstrucción de las localidades"
Cuando surgió la DANA la ministra más popular del Gobierno Sánchez aseguró que el Ejército no tenía que arreglarlo todo. Desde entonces, Margarita Robles -al igual que Pedro Sánchez, tras su huida de Paiporta- intenta coser su desgarrada imagen. Y es que, el ciudadano periodista cotejó las declaraciones de Robles con el terremoto de Marruecos, cuando la titular de Defensa aseguró que las primeras horas de la tragedia son vitales y el Ejército español acudió a ayudar a los marroquíes, a pesar del venenoso rey de Marruecos que se decide, principalmente, a fastidiar y humillar a España.
Desde entonces, la situación de Robles no ha mejorado, más bien, al contrario, con episodios como el vivido en un garaje de Paiporta, cuando se encaró a un grupo de vecinos que le exponían la tragedia que estaban sufriendo y le reclamaban ayuda. Algo que no gustó a la titular de Defensa.
Y mientras esto sucede, observamos la evolución de Margarita, desde que asegurara que el Ejército español no tiene que arreglarlo todo a su más reciente discurso, el día de la Pascual Militar, donde destacaba como labor principal de los militares la reconstrucción tras la tragedia de la DANA.
Valencia y los 25.000 militares que han pasado, desde el primer día, por las localidades afectadas para ayudar en las distintas tareas asignadas han tenido un importante protagonismo en el discurso de la ministra de Defensa de esta Pascua Militar.
— Ministerio Defensa (@Defensagob) January 6, 2025
Gracias a todos por tanto. pic.twitter.com/uAlIfhhYxv
Por cierto, Defensa ha borrado un tuit en su cuenta oficial en el que comparaba la entrega de los efectivos militares en las tareas de recuperación tras la catástrofe de la DANA en Valencia con la cabalgata de los Reyes Magos.
«Son otras carrozas, pero también dan felicidad. La de ver retirados los coches afectados por la #Dana de los garajes de #Catarroja».
¡Grande sos, Margarita!