Pero lo cierto es que los obispos apoyan poco las manifestaciones del Sí a la vida, también la de este año
La manifestación por la vida, que ha tenido lugar en la mañana del domingo 10, en Madrid, ha convocado a una gran multitud y ha unido a 500 instituciones que, de una u otra manera, coinciden en defensa de la persona humana... que es persona desde la concepción hasta la muerte natural.
Al parecer, y a pesar de que hemos pasado de la despenalización del aborto al derecho al aborto, es decir, derecho al mayor genocidio de la historia y al más cobarde todos los crímenes, la actitud en defensa del más inocente y más indefenso de todos los seres humanos, el concebido y no nacido, no ha desaparecido. Laos Deo.
A lo mejor no es malo adelantar del 25 de marzo al 10 la manifestación por la vida y contra el mayor mal de nuestro tiempo: el aborto. Entre otras cosas, para afrontar el día del feminismo, que no de la mujer, que dos días atrás predicaba un no a la vida... sin citar. No nos engañemos: el feminismo no es sino aborto y lesbianismo.
Me gustaría que el arzobispo de Madrid, José Cobo, se planteara una eucaristía por la vida el día de la Encarnación, nueve meses antes del Nacimiento de Cristo, una idea que Rouco se planteó tras el éxito de sus eucaristías en la calle, en la festividad de la Sagrada Familia, en la madrileña Plaza de Colón, a finales de año.
Al final, no se concretó la Eucaristía para las familias por la idea de no "clericalizar" la lucha en defensa del no nacido. Una tontería, porque la Iglesia es el principal valladar en la defensa del no nacido. Pero lo cierto es que los obispos apoyan poco las manifestaciones del Sí a la vida, también la de este año, con excusas de no politización. Al fondo, laten tres intervenciones de los tres últimos papas. San Juan Pablo II hacía hincapié en la cobardía de asesinar "al más inocente y más indefenso de todos los seres humanos, el concebido y no nacido". Benedicto XVI lo resumió todo en cuatro palabras: "Dios ama al embrión". Francisco se ha negado a dialogar con todos los que insinúan un sí al aborto: el aborto nunca es un descarte.
En cualquier caso, volviendo a la manifestación del "Sí a la Vida"... menos mal que todavía existe gente que no estáis dispuesto a mirar había otro lado cuando se habla de las grandes matanzas de nuestro tiempo. Cuando todo cambie, la humanidad caerá en la cuenta del mal realizado, no ya con el aborto quirúrgico sino con el aborto silente de los anticonceptivos, todos los anti-baby que hoy se venden en el mercado son potencialmente abortivos.
Una manifestación que, además, se celebra en un momento clave, en el que la Corte Suprema de Alabama ha dictaminado lo obvio: que todos embriones humanos son personas. Es decir, desde el momento mismo el concepción anida un ser humano con un código genético individuado, distinto del padre y de la madre.