
Primer trimestre de 2025, de los seis asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, tres, es decir, el 50%, los han perpetrado varones de nacionalidad extranjera. No lo dice Hispanidad, son datos aportados por el Ministerio de Igualdad, y en concreto por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.
A considerar el porcentaje de extranjeros que viven en nuestro país, tan sólo un 13,4 %, lo que equivale aproximadamente a seis millones de individuos en una población global de 48 millones, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En la tabla del documento oficial, en la que se concretan las mujeres víctimas mortales por violencia de género y presuntos agresores según país de nacimiento, un 50% de los asesinos son de origen extranjero, ya que tres de los seis feminicidas no son nacidos en España.

En 2023 se alcanzó un récord previo, con un 44,8% de feminicidios atribuidos a agresores extranjeros, mientras que en 2024 el porcentaje se situó en el 36,2%. En años anteriores, el crecimiento ha sido paulatino pero constante: en 2021 la proporción era del 23,6%, en 2022 del 38,8%, y en 2019 se situó en el 40%. Hace dos décadas, en 2003, los extranjeros representaban sólo el 15,5% de los autores de este tipo de crímenes. En otras palabras, en veinte años la proporción se ha triplicado.
Mientras, el Ministerio de Igualdad se ha mostrado reacio a vincular directamente el origen de los agresores con los asesinatos. La ministra Ana Redondo -al más puro estilo Marlaska- ha advertido que establecer esta relación puede fomentar actitudes xenófobas y ha reiterado que el machismo no es exclusivo de ningún país ni cultura, sino un fenómeno transversal. «El patriarcado es global», afirmó, rechazando la idea de asociar la violencia de género con nacionalidades concretas.