Decíamos en Hispanidad que al empresario Pablo Iglesias se le 'rebelan' los trabajadores: le exigían una mediación para mejorar sueldos y horarios.

Precisamente, por esas reivindicaciones le preguntaba el valiente Vito Quiles cuando el podemita, le insultó, llamándole "basura" y no contento con ello, rompió el micrófono del periodista y lo lanzó al suelo.

Y todo ello, ya lo han visto, con el silencio absoluto de resto de redactores. Lo venimos repitiendo en Hispanidad: asistimos al fin del periodismo cuando son los propios periodistas, quienes cooperaban con el liberticida Ejecutivo para liquidar al valiente periodista Vito Quiles. Cuesta creer que un partido político sea tan miserable como el Gobierno actual pero aún me cuesta mucho más tragar que los propios periodistas, los compañeros del damnificado Vito, apoyen y jaleen la miseria del Gobierno -o de aquellos a quienes, como a Pablo Iglesias, les gusta aplicar 'jarabe democrático' a los demás (nunca a su entorno)- contra la libertad de prensa.