Quizás el nombre de Jessica Alves no les diga mucho, pero es una activista e influencer que antes era conocido como Rodrigo Alves, aunque se hacía llamar el 'Ken humano', ya que se había gastado cientos de miles de dólares para someterse a distintas cirugías estéticas para parecerse al novio de Barbie. Ahora, se identifica como mujer y no ha dudado en sumarse al carro de las críticas contra la escritora de 'Harry Potter', J.K. Rowling, y ojo al sesudo razonamiento: a Rowling no se le debería permitir criticar a las personas transgénero porque es “una autora de libros, no una doctora”.

Se ve que ella, que es influencer y activista, sí puede. Recuerden que Rowling está siendo víctima de una cacería por parte del colectivo LGTBIQ+, se enfrenta a una denuncia por "delito de odio" de la presentadora trans India Willoughby, que acusa a Rowling de haberla llamado hombre y tratarle como tal. 

La autora, lejos de achantarse por las denuncias, ha continuado su lucha, esta vez contra Escocia, territorio donde reside. El Gobierno escocés está preparando la puesta en marcha de una Ley de Delitos de Odio y Orden Público en la que criminaliza y condena, entre otros, los comportamientos abusivos y amenazas en redes sociales por motivos de "identidad sexual" con hasta siete años de prisión, y la escritora no ha dudado en criticar la norma.

Relacionado

Lo curioso es que entre todas las críticas que recibe ha encontrado un inesperado apoyo, el del primer ministro británico, Rishi Sunak: “No se debe criminalizar a la gente por exponer simples hechos sobre biología. Creemos en el derecho a la libertad de expresión en este país y los conservadores siempre lo protegeremos”, expresaba en Daily Telegraph.