Diario de Irene: la ahora eurodiputada de Podemos viaja a Palma y, como es habitual, trabaja tanto que se olvida hasta de cenar. Entonces, graba un vídeo para compartir con su público que hasta el aeropuerto de la isla le han llevado bocadillos de sobrasada, queso con tomate, y también veganos para quienes la acompañan. 

La exministra de Igualdad está feliz y contenta, le "mola" la militancia, ahora es diputada y cobra 8.000 euros de salario neto mensual. Insistimos, neto. Además, computen las dietas, tan elevadas en el europarlamento que han creado el aforismo de que la condici´n de eurodiputado es un canto a la egolatría. Doetas de que engloban gastos de viajes y estancias gratis total, entre otras sinecuras.

Además, doña Irene sabe que su 'legado' permanece en España, aunque ella esté ahora en Bruselas. ¡Grande sos, Irene! ¡Todo por el feminismo, hasta los mayores sacrificios!

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