Ayer Hispanidad recogió la noticia de que en Roma, una turba de manifestantes feministas atacó e intentó prender fuego a la sede nacional del grupo provida 'Pro Vita & Famiglia', durante la manifestación en contra de la violencia a las mujeres que tuvo lugar en la capital italiana el sábado 25 de noviembre. 

Los asaltantes aprovecharon para introducir un objeto incendiario en el interior de la sede de la asociación, tal y como explicó ésta en la red social X: "Se trata del artefacto explosivo encontrado por la Policía en nuestra sede tras la agresión de algunos participantes en la procesión Non Una Di Meno el pasado sábado. El objeto, arrojado al interior del local a través de una vitrina rota detrás de las rejas, fue analizado por científicos forenses que certificaron la presencia de pólvora en su interior, que, de haber sido disparada, seguramente habría provocado su explosión. Algunos restan importancia al incidente porque el artefacto no explotó o porque era rudimentario. Evidentemente, para estos superdemócratas es necesario superar un cierto umbral de daños a la propiedad y a las personas para poder expresar solidaridad".

Hasta la primera ministra de Italia, Giorgia Melini, ha condenado este ataque: "No sé cómo piensan luchar contra la violencia contra las mujeres convirtiéndose en protagonistas de actos intolerables de violencia e intimidación como los ocurridos el sábado contra la asociación Pro Vita e Famiglia. Quiero preguntarles a todos sobre una pregunta banal: ¿Debe condenarse siempre la violencia o sólo cuando va dirigida contra alguien cuyas ideas compartimos? Ésta es la pregunta para la que, por parte de ciertos izquierdistas, nunca hemos tenido una respuesta clara. Espero que esta vez llegue, de Elly Schlein, de Giuseppe Conte, de Maurizio Landini y de la CGIL a quienes todos expresamos nuestra solidaridad con motivo del vergonzoso ataque a la sede del sindicato. Una sede devastada siempre es inaceptable. Especialmente si es devastada en nombre de mujeres violadas, golpeadas o asesinadas".

El portavoz de la asociación, Jacopo Coghe, agradeció a Meloni su mensaje: "Gracias por su mensaje y solidaridad, presidente. Continuaremos nuestra misión de proteger la vida, la familia y la libertad educativa sin miedo y con la frente en alto, sabiendo que interpretamos los valores de la gran mayoría de los ciudadanos italianos, disgustados por el ardor ideológico y violento de lo de siempre. hipócrita y peligrosa izquierda radical. Máxima velocidad, adelante".