Contamos el martes en Hispanidad un nuevo caso de okupación, se trata de la vivienda de una señora de 87 años, la cual se encuentra de viaje en Toronto por un problema familiar. Aprovechando su ausencia, unos chicos han decidido entrar en su casa, desvalijarla y okuparla.

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Curiosamente ha sucedido en Lavapiés, donde la situación está descontrolada: hace una semana siete policías resultaron heridos, dos de ellos hospitalizados, al intentar detener a un vendedor de droga camerunés. 

Días atrás, la ex ministra podemita Ione Belarra acusaba de brutalidad policial y racista -mismamente- a dos policías que intentaban detener, en Lavapiés, a dos negros (ahora no se puede llamar hombres de color: 'negros' ha vuelto a ser el término aconsejable), dos sinvergüenzas que antes habían insultado y amenazado a una cajera de supermercado donde pretendían pagar con una tarjeta falsa. Y el activista podemita, Serigne Mbayé ha amenazado a la policía con que habrá un levantamiento si siguen intentando poner orden en la zona, ¡toma ya!

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TeleMadrid regresaba a la vivienda a entrevistar a los okupas, los cuales, sabiendo la impunidad con la que pueden actuar, se ponían violentos con el reportero. 

Ante la situación Desokupa, la empresa de Dani Esteve, ha decidido actuar de manera gratuita, para conseguir echar a los okupas. Los chicos de Esteve han sido recibidos en Lavapiés entre aplausos de los vecinos, hartos de ver cómo el barrio degenera día tras día. 

Con Desokupa allí, la Policía, que días atrás había asegurado a los vecinos que no se podía hacer nada, se replanteaban la situació y decidía actuar, desalojando a los okupas, que una vez más se ponían violentos, insultando y asegurando que "Volverán". Además, como denuncia uno de los trabajadores de Desokupa, los okupas eran familiares de unos vecinos de la señora.